En la segunda jornada se había pasado a un cuarto intermedio ya que uno de los curas imputados no escucha. Se supo que no deberán declarar de nuevo los testigos.
Próvolo: el juicio se reanuda luego del "obstáculo" por la sordera de Corradi
Este martes, se desarrolla en Tribunales Provinciales la segunda jornada del debate por el caso de abusos en el Instituto Antonio Próvolo, en el que serán juzgados -acusados de 28 hechos de abuso sexual- los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho, y el empleado administrativo de la institución Armando Gómez.
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En el primer día de la audiencia, este lunes, se leyeron las acusaciones contra Corbacho, Corradi y Gómez, y la defensa -Alicia Arlotta- realizó tres pedidos. Sobre el cual el tribunal se expidió en el primer día de audiencia, fue la recusación del juez Mauricio Juan, quien aún no cuenta con el aval del Senado para ejercer sus funciones. Tras un breve cuarto intermedio, resolvieron no hacer lugar a la solictud. Por recomendación de su abogada, los acusados se abstuvieron de declarar.
Los otros dos pedidos de la defensora fueron que se transcriban los testimonios del juicio debido a la limitada capacidad auditiva de Corradi y a que Gómez es sordo y analfabeto. La última solicitud de Arlotta fue que todos los testigos se presenten a declarar durante el debate. La querella se opuso porque esto significaría la "revictimización" de las once víctimas que tendrían que relatar nuevamente los hechos sucedidos en el Instituto del horror.
A su vez, se supo que no deberán declarar de nuevo los testigos, sino que se apelará al uso de la Cámara Gesell.
Día 2
Los tres acusados ingresaron a la sala pasadas las 8.30 de la mañana de este martes ante la atenta mirada de la prensa sin denostar nada en sus gestos.
La noticia y la atención de la jornada estaba centrada en la decisión del tribunal en cuanto a las dos solicitudes de la defensa. El debate comenzó, pero se vio interrumpido a los minutos porque Corradi acusó que "no escuchaba lo que sucedía" y que por ende "no entendía lo que estaba pasando", argumentó su defensa.
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Aún con auriculares provistos por la Clínica de Garganta, Nariz y Oído, las limitaciones del cura de 83 años frenaron el debate y se realizó un cuarto intermedio para definir la situación y resolver uno de los pedidos que había hecho la abogada Arlotta este lunes.
Cerca de las 10.15, el tribunal tomó una decisión y el juicio se reanudó.
Sobre la otra solicitud de la defensora, aún no hay novedades, pero todo apunta a que no darán lugar al pedido de que todos los testigos se presenten a declarar durante el debate (incluidas once víctimas).