Así calificaron los familiares de las víctimas a los acusados. También se quejaron porque "pasaron diez años desde la primera denuncia".
Para los familiares, los curas del Próvolo son "monstruos vestidos con sotana"
Integrantes de un colectivo que agrupa los allegados a las víctimas de los abusos de sacerdotes a chicos hipoacúsicos en el Instituto Próvolo, aseguraron que los religiosos acusados son "monstruos vestidos con sotana" y que el juicio ocurre a diez años de la primera denuncia.
"Desde organizaciones de sobrevivientes de todo el mundo se denuncian mecanismos de encubrimiento para intentar eliminar la presencia de la justicia ordinaria, llevar el proceso a una investigación interna dentro de la iglesia y trasladar de un lugar a otro a estos monstruos vestidos con sotana", dijeron integrantes del colectivo por la Restitución de los Derechos de los Sobrevivientes del Próvolo.
Asimismo, recordaron que la denuncia que este lunes llegó a juicio oral "fue negada por las autoridades del Instituto Próvolo, pero lo más grave es que fue olvidada por la justicia que no investigó el caso".
"Los silencios y ocultamientos institucionales, la complicidad de los que allí trabajaban, la falta de control por parte de la Dirección General de Escuelas, permitieron que estos terribles hechos siguieran sucediendo", lamentaron.
Desde el colectivo, resaltaron que "tiene valía internacional para todos los sobrevivientes de diversos lugares del mundo que reclaman verdad y justicia contra curas y monjas que en diversas instituciones eclesiásticas han cometido abuso sistemático contra niños, niñas y adolescentes".
En el,escrito, destacan el caso específico del cura Nicola Corradi, que "no es un hecho aislado ya que comenzó en el Instituto Próvolo de Verona, en Italia, donde abusó sexualmente a niños y niñas. Encubierto por la iglesia católica fue trasladado, junto con otros curas abusadores a Buenos Aires, al Instituto de La Plata y luego a Mendoza, donde volvió a cometer los mismos crímenes".
"A pesar de las denuncias realizadas en Italia, el poder judicial de aquel país ha declarado la prescripción de estos abominables crímenes cometidos contra niños, niñas y adolescentes sordos", agregaron.
En proceso de Instrucción que llevo dos años y medio, también criticaron como "la Iglesia Católica ha sostenido económicamente la defensa de Kumiko Kosaka (imputada con prisión domiciliaria a la espera de una segunda etapa del juicio) y cómo esta misma defensa ha intentado menoscabar el accionar de los intérpretes de lengua de señas con la firme intención de deslegitimar denuncias testimoniales de sobrevivientes de este instituto".
En tanto, los dos curas y el jardinero acusados se negaron a declarar al en la primera jornada del juicio. Se trata de Nicola Corradi, italiano de 83 años, y Horacio Corbacho, argentino, de 59, y el restante imputado es Armando Gómez, de 49, mientras que hubo un cuarto que ya fue condenado y un quinto declarado inimputable.