La Justicia de La Rioja enjuiciará a un tatuador por los delitos de "lesiones leves calificadas y coacción". Se trata del primer caso en el país por la distribución de material íntimo.
Una joven logró llevar a juicio a su ex por difundir fotos y videos íntimos
Una riojana se convirtió en la primera víctima de publicación de material sexual del país que logra que su victimario y ex novio vaya a juicio. Él es Patricio Pioli y enfrentará un tribunal por los delitos de "lesiones leves y calificadas y coacción".
Paula Sánchez Frega (28), quien había sido denunciada por amenazas por Pioli, ahora logró que su caso termine en un juicio oral.
"Como al momento de hacer la denuncia la viralización de las fotos y los videos no constituían un delito se tuvieron en cuenta otras circunstancias que rodean el caso como la coacción y el daño psicológico que le generó el acusado a mi clienta", indicó el abogado de la víctima, Sebastián Andrada.
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"Se introdujo la figura de la coacción, que es un delito que consiste en obligar a una persona mediante amenazas a hacer algo que no quiere, porque Pioli le decía a Paula que si no volvía con él iba a difundir ese material íntimo. A lo que sumamos las lesiones leves calificadas, que tienen que ver más con el daño psicológico que le ocasionó que con las agresiones físicas, que también las hubo", añadió el letrado a Infobae.
En ese lapso, en la reforma del Código Penal se introdujo la figura sobre la difusión de material sexual privado, que contempla hasta tres años de prisión. El encargado de la iniciativa, es el juez de la Cámara Federal de Casación Penal Mariano Bornsky, quien resaltó que por primera vez "se va a proteger la intimidad sexual de la pareja".
Sobre cómo fue el tiempo en que ambos estuvieron juntos, Paula dijo que "fue una relación tóxica y conflictiva que duró ocho meses. Lo conocí cuando me fui a tatuar a su local. Al tiempo iniciamos una relación y él terminó viviendo en mi casa".
Además, agregó que empezaron a "celarnos mutuamente y ya discutíamos por cualquier cosa. No lo soporté más y le pedí que se fuera a vivir a otro lado. Pero él no se bancó que lo dejara y tras amenazarme de muerte decidió viralizar por WhatsApp mis fotos y videos íntimos".
Luego de que sus imágenes se circularan en las redes y que ella fuera desacreditara por los amigos y familiares, ella decidió recurrir a la Justicia y logró que el tatuador fuera procesado y que la causa sea elevada a juicio oral.
Patricio Pioli arriesga de dos a seis años prisión y en caso de que la pena no supere los tres años, "puede ser de cumplimiento condicional siempre y cuando no tenga antecedentes".