Gestionar las emociones y adaptarlas al contexto es una habilidad muy ponderada sobre todo en ámbitos laborales.
Cuatro puntos para saber si tenés inteligencia emocional
En los extraños y vertiginosos tiempos que corren, la inteligencia emocional es una de las habilidades más valoradas en las búsquedas laborales. La capacidad de las personas de gestionar sus emociones es vista como algo positivo en un individuo.
Percibir, expresar y comprender las emociones que nos componen son las tres características que envuelven a la definición de "inteligencia emocional". Esto implicaría mejor salud mental y mayor desenvoltura, en especial en situaciones de tensión o presión.
Uno mismo puede percibir desbordes emocionales o cuando alguna situación se sale de control, mas es difícil determinar nuestro propio nivel de manejo de esta importante cualidad. Expertos aseguran que esta habilidad puede entrenarse.
¿Cuáles son los signos que demuestran que una persona es emocionalmente inteligente?
-Meditar las reacciones: disociar una situación adversa de sus propias emociones demuestra alta capacidad. Si hay una discusión de trabajo, no debería tomarse como algo personal y menos reaccionar con nuestros impulsos.
-Ver en cada situación un desafío: la inteligencia emocional se trata de detectar y reconocer las emociones negativas que genera el entorno. Tomar un imprevisto como un reto a resolver, potenciando las emociones positivos.
-Ser capaz de cambiar las emociones ante eventos desafortunados y regularlas es el secreto de la inteligencia emocional.
-Ponerse en el lugar del otro: es una señal de un buen desenvolvimiento emocional. La empatía con nuestros pares, se trata de realizar un intento por comprender el lugar del otro, aunque no nos guste lo que nos diga o vaya contra nuestra propia voluntad.