La empresa reconoció que no manejó de forma correcta el siniestro que involucró al trabajador de 63 años.
Glovo pidió perdón por preocuparse del pedido y no del repartidor accidentado
La empresa Glovo emitió hoy un segundo comunicado en el que "reconoce su error en el manejo del caso específico" del repartidor de 63 años atropellado el pasado viernes cuando se dirigía a realizar una entrega y cuyo soporte en la app solo lo indagaba sobre el estado del pedido -una pizza- al ser informado del accidente por el mismo protagonista.
"Glovo lamenta el accidente de un repartidor en Argentina y está colaborando con las autoridades locales para determinar las causas del evento", dice el nuevo texto difundido este mediodía.
"La compañía reconoce su error en el manejo de este caso específico, ya que los protocolos de acción internos no se cumplieron correctamente", prosigue.
El texto aclara, además, que "la prioridad de la compañía es la seguridad de sus repartidores", y que en el caso de un incidente en la vía pública "el primer paso del protocolo es confirmar el estado de la persona y comunicarse con el servicio de salud en el menor tiempo posible".
"Glovo inició una investigación interna para aclarar las razones por las cuales las acciones establecidas no fueron aplicadas correctamente al momento de recibir la comunicación del accidente" de este trabajador en particular.
El incidente se conoció a partir del post de la periodista Yanina Otero, que publicó una captura del chat entre el repartidor y la base, junto a un relato en primera persona, como testigo del hecho, que se viralizó en Twitter.
"Hace un rato socorrí a un repartidor de pizza que lo atropelló un auto. Mientras yo llamaba al Same, el hombre -tirado en el piso y sangrando- avisaba a la app que había tenido un accidente. Lo único que le importaba a ellos era el estado de la pizza. Perverso es poco", escribió.
Se trataba de Ernesto Floridia, quien pudo retirarse por sus propios medios del Hospital Tornú, tras comprobar que sólo había sufrido algunos traumatismos leves en su cabeza, protegida por un casco.
"¿Cómo se encuentra el pedido? ¿Está en buen o mal estado para poder ser entregado?", fue la primera respuesta recibida por el repartidor tras comunicar que había sido atropellado por un auto en Charlone al 500, en el barrio porteño de Colegiales.
Y pesar de que el motociclista le contestó "no lo sé, no me puedo levantar", del otro lado de la app insistieron: "¿Me podrías mandar una foto de los productos, por favor?".
No contentos con esto, cuando el hombre respondió negativamente porque "no puedo moverme", su soporte le advirtió que "es parte del procedimiento, por favor, tendrías que mandar la foto para cancelar el pedido".
Ya repuesto y en diálogo con Télam, este técnico en electrónica minimizó la situación asegurando que "el problema no es la empresa, que tiene cosas para corregir, sino el empleado que me estaba pidiendo una foto cuando yo estaba en el suelo", dijo.