Sucedió en 1946, cuando la perrera municipal se llevó a Bobby, la mascota del barrio. Fueron premiados por el artista Quinquela Martín
Buscan a 36 niños que revolucionaron al barrio de La Boca
El director de un museo de La Boca busca a 36 ancianos que, hace más de 7 décadas, fueron protagonistas de la historia local.
Ccomenzó cuando cinco niños de cabello engominado corrían por las calles del barrio de La Boca pidiendo ayuda a otros chicos para comenzar una desesperada búsqueda: "¡Bobby, se llevaron a Bobby!", gritaban desesperados.
Según la investigación de RT, era enero de 1946 y un total de 36 niños se reunieron para rescatar al perro callejero que tenían por mascota y que había sido apresado por los de "la perrera".
Entre todos comenzaron a reunir los 20 pesos (de aquella época, equivalentes a 50 centavos de dólar) para pagar la multa exigida para liberar al perro. La tarea no era fácil porque todos eran hijos de empleados fabriles o portuarios y en ninguna casa de La Boca abundaba el dinero.
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Resignando su regalo de Día de Reyes, haciendo algunos trabajitos y poniendo todos sus ahorros, los 36 boquenses juntaron el dinero y liberaron a su querido amigo. La historia conmovió tanto que no tardó en llegar a la prensa de la época y fua así que tocó el corazón de un reconocido artista: Benito Quinquela Martín.
Al conocer la hazaña de los jóvenes, Quinquela decidió que debían ser homenajeados como corresponde y realizaron un acto público en donde él mismo le entrego a cada niño una medalla y una estatuilla en agradecimiento por su ímpetu para traer a Bobby de regreso a casa. Hoy, 74 años después de la enternecedora escena, el museo que lleva el nombre del artista busca reunir nuevamente a los amigos para premiarlos.
Hoy, Víctor Fernández, director del museo Benito Quinquela Martín, está decidido a reunir a aquellos niños para volver a homenajearlos.
Pareciera un atarea difícil si no fuera por el orden obsesivo del artista plástico que registraba cuidadosamente en cuadernos y biblioratos los sucesos que acontecían a su alrededor y la historia de Bobby, por supuesto, no podía faltar.
"Todos los recortes de periódicos respecto al perro y los chicos fueron archivados, junto con otras cosas que le interesaban. Su amor por La Boca y la filantropía no podían ignorar esta historia", explicó Fernández, quien también es vecino del barrio y artista plástico.
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