Las paradisíacas islas Marshall, más peligrosas que Chernóbyl

Los atolones Bikini y Rongelap tienen más radiación incluso que Fukushima. Es por los experimentos nucleares de EEUU. Sus frutas están envenenadas.

 Las paradisíacas islas Marshall, más peligrosas que Chernóbyl

Por: Mendoza Post

Hace más de 60 años que Estados Unidos lanzó 67 pruebas nucleares después de la Segunda Guerra Mundial en las paradisíacas islas Marshall, y hoy contienen más radiación que la que existe en Chernóbyl.

"Los niveles de radiación en algunas zonas son casi del doble de lo que se considera seguro para las personas", revela un estudio de la Universidad de Columbia.

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Los investigadores del estudio señalan que este conjunto de islas presentan "niveles elevados" de elementos radiactivos como el americio, el cesio y dos tipos de plutonio, en 38 muestras de suelo tomadas de 11 islas diferentes.

Incluso, la dosis de radiación más alta se detectó en la isla Bikini, donde EEUU en 1954 se realizó la prueba de la bomba de hidrógeno más grande llamada "tiro bravo", mil veces más potente que la bomba lanzada sobre Hiroshima.

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Los residentes de esa isla fueron desplazados y hoy sigue sin habitantes.

En el estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, se destaca que los materiales radioactivos en el atolón de Bikini producen 184 milirems de radiación al año, casi el doble del estándar de seguridad de 100 establecido por EEUU y las Islas Marshall. Incluso, en ocasiones alcanzan los 639 milirems por año.

Frutas envenenadas

No se puede comer nada de esas islas: las frutas cultivadas en la zona contenían el elemento radioactivo llamado cesio 137, en niveles más altos que lo permitido por las normas internacionales de seguridad.

Los atolones Bikini y Rongelap tienen los niveles más altos del cesio 137, superando los registrados en Fukushima y los valores medidos desde 2011 hasta 2015 en áreas cercanas al accidente de Chernóbyl.

Los investigadores explicaron que el cesio 137 tiene una vida media de aproximadamente 30 años y es fácilmente absorbido por los cultivos alimenticios, lo que representa un peligro para la salud de los habitantes de las islas.

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