La atacante también le robó a la víctima.
Perpetua a una mujer que apuñaló 24 veces a su amante en un juego sexual
La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional (CNCCC) confirmó la condena a prisión perpetua para una mujer que apuñaló 24 veces a su amante durante un juego sexual que planificó para poder luego robarle, informaron hoy fuentes judiciales.
La condena aplicada a Paula Romano quedó ratificada luego de que la Sala II de la CNCCC rechazó un recurso presentado por su defensa.
Los camaristas consideraron a la mujer, de 39 años, autora del homicidio criminis causa, agravado por alevosía y el uso de arma, de Julio Cesar Vitoria (62), cometido el 29 de julio de 2014 en una vivienda del barrio porteño de Flores.
La mujer fue condenada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25, que tuvo por probado que se valió de un engaño para matar y robarle a Vitoria, a quien había conocido en un bar del barrio de Palermo y con quien mantenía una relación informal desde hacía años.
Antes del crimen, según las pruebas obtenidas, Romano "le había enviado mensajes proponiéndole determinado juego sexual, que incluía sujeciones y ataduras, de modo tal que, una vez llevado a cabo ese procedimiento, la víctima vio reducida su capacidad de defensa frente al ataque planeado y absolutamente imprevisto", indicaron entonces los jueces.
Según ese fallo, la mujer "le asestó numerosas puñaladas en zonas vitales del cuerpo que provocaron su muerte a raíz de las hemorragias internas y externas causadas" y, a continuación, "neutralizado a Vitoria, pudo llevar adelante la sustracción del dinero, que era el objetivo final de esa agresión, y tomar dos celulares de la víctima".
Luego, según constancias del sumario, Romano se comunicó con su marido vía Whatsapp y le escribió; "No sé si reír o llorar, le podemos dar todo a nuestras hijas", tras lo cual le dijo que iba a buscar un lugar para "desbloquear" los celulares de la víctima.
Varios testigos dijeron que era "habitual" que Vitoria "tuviera grandes sumas de dinero en su casa, que dejaba en lugares visibles, provenientes de su actividad comercial como propietario de dos heladerías" en el conurbano.
La defensa de Romano planteó la inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua y pidió que se evaluaran como atenuantes la falta de antecedentes, las internaciones psiquiátricas y quirúrgicas que había tenido, sus padecimientos psicológicos y psiquiátricos, su adicción a estupefacientes, su edad y que tiene dos hijos.
No obstante, la Sala II consideró informes médicos según los cuales Romano no sufrió un estado de alienación mental, por lo que pudo comprender la criminalidad de sus actos.
"Su alegada falta de memoria se descartó a partir de su conducta organizada y de que, pocas horas después del hecho, mantuvo contactos telefónicos en los que contó el beneficio económico obtenido", remarco el tribunal.
De acuerdo a constancias del expediente, con un cordel en el cuello de la víctima, que tenía sus brazos atados y entrelazados con una corbata, la mujer buscó evitar que la el hombre se resistiera, lo que "le permitió lograr su cometido, ocultando a su vez, su verdadera intención".
Sobre el planteo de inconstitucionalidad, los camaristas Eugenio Sarrabayrousse y Daniel Amorín lo rechazaron al sostener que lo que no puede concebirse es un régimen de ejecución de la pena que no prevea ninguna salida anticipada sin violar el derecho a la igualdad y la resocialización.