La Red Solidaria, como parte de su campaña "Frío Cero" junto a las autoridades del club, recibieron a decenas de personas sin techo.
River abrió sus puertas a los indigentes y hasta un pianista fue a buscar calor
El titular de la Red Solidaria, Juan Carr, hace años lleva adelante la campaña "Frío Cero", para que ninguna persona en situación de calle pase frío. Las acciones de la Red van desde fomentar la donación de abrigos y mantas hasta conseguir lugares para que los indigentes pasen la noche.
Así fue que Juan consiguió que River abra las puertas del estadio para albergar bajo sus gradas a estas personas.
Oscar, uno de los que fue a pedir asilo, aseguró que "Dios iluminó a River", pero en realidad fue Carr y la Red Solidaria.
Oscar tiene 57 años y contó a Infobae que, la noche anterior, creyó que moriría de frío. Aguantó hasta las cinco de la mañana y salió de abajo de las frazadas donde dormía acurrucado con otros dos hombres bajo el umbral de un edificio del barrio de Belgrano, y se metió en el subte.
"Y ahí fui y vine, fui y vine, fui y vine, pude dormir algo más, porque estaba calentito", sintetizó, entre alegre y resignado. Cada día y cada noche Oscar las dedica a sobrevivir. Todas las mañanas son iguales. Pero en invierno es peor. Ayudado por sus muletas, llegó hasta Núñez a buscar unas frazadas y alguna campera. "Y si hay zapatillas mejor", dijo mostrando su calzado ajado.
Sobre su cabeza cuelga una parte de la tribuna del Monumental. Alrededor, decenas de personas como él, en situación de calle, se sienten abrigadas. El hombre dice: "Estoy parando en Echeverría y Cabildo pero con este frío te morís. Fue una bendición de Dios que iluminó River y la vamos a pasar acá. Mañana no sé, pero hoy estamos acá".
A tres metros de Oscar, una montaña de ropas, bolsas, colchones y abrigos crece rápido mientras entran y salen personas que llegaron a River, convocadas por Red Solidaria y su campaña Frío Cero.
Por la misma puerta del garage del Monumental, vigilada por policías y personal de seguridad privada del club, se cruzaban los que llegaban a donar y los que entraban a dormir bajo el cemento protector del estadio.
Juan Carr miró la montaña de lo que se juntó y calculó que todo eso entra en dos camiones, no menos. "Yo vine con dos frazadas, no imaginé que iba a pasar esto", comentó impresionado, ya entrada la madrugada del jueves.
La acción comenzó a difundirse apenas 24 horas antes, pero la temperatura y el evidente crecimiento de personas en situación de calle, más lo fuerte desde lo simbólico que resulta que se abra el estadio más grande del país para recibir personas que no tienen dónde dormir, hizo que la convocatoria impactara rápidamente. Desde las 18 del miércoles -y hasta las 8 de este jueves- el desfile de personas que se acercaron a dejar bolsas impresionó.
Mientras el referente de Red Solidaria hablaba el garage de River se llenó de la melodía de un piano. Hay un piano de cola viejo y desvencijado en el lugar. Bajo el teclado duerme un hombre gordo, que quedó bajo los pies de Carlos, que se sentó sobre el piano después de advertir: "Soy uno de los mejores 20 pianistas del país".
Ver también: "Historias de extranjeros que consiguieron trabajo en Mendoza"
En 10 minutos, Carlos interpretó folklore, música clásica, varios temas de los Beatles y hasta la marcha peronista. "Aprendí de chiquito, en Santa Cecilia, en San Juan, venían de Italia a tomarme exámenes. Fui uno de los mejores 20 pianistas de Argentina, y estoy en situación delicada, estoy en Cabildo y García del Río: se lavar, planchar, hago los mandados, manejo taxi y toco el piano", repitió Carlos, la fría noche que volvió a tener un techo y un piano.