Se trata del nuevo mandatario fueguino Gustavo Melella. Cómo llegó al poder. Cómo son las denuncias, y quiénes las presuntas víctimas.
Gobernador electo, denunciado por abuso sexual
Gustavo Melella, el intendente de Río Grande que le ganó ayer a la gobernadora Rosana Bertone, es un radical K de 48 años, profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación que hace cuatro años se sumó al kirchnerismo, fundó en Tierra del Fuego la organización Forja, y desde allí diseñó su candidatura. Ganó en primera vuelta. Pero arrastra desde el año pasado una grave denuncia de abuso sexual, más otros testimonios de acoso que no recibieron -de momento- calificación penal.-
En efecto, Melella -que le ganó en primera vuelta a Bertone, la gobernadora- fue imputado el año pasado por "abuso sexual coactivo". La acusación fue formalizada en octubre por el fiscal mayor del Distrito Judicial Norte de Tierra del Fuego, Guillermo Quadrini. El fiscal investiga si Melella pidió favores sexuales a trabajadores indigentes a cambio de empleo. El denunciante de Melella se llama Mario Lovera. Es unas de las tres presuntas víctimas de Melella que dieron testimonio en sede judicial. El fiscal sintetizó en su pedido de investigación, que el hecho vinculado con Lovera habría tenido lugar a mediados de 2016, "en circunstancias en que el denunciante se hizo presente en el domicilio de Melella, ubicado en el barrio de Chacra II (de Río Grande) y una vez allí, el intendente lo interrogó sobre su situación laboral y le ofreció desempeñar funciones en el Municipio de esa ciudad". El obrero declaró que, entonces, Melella "lo obligó a materializar actos sexuales contra su voluntad frente al temor que implicaba negarse, dada su condición de Intendente y máxima autoridad de la ciudad". El fiscal pidió varias medidas, entre ellas, revisión de teléfonos de empleados de confianza de Melella.
En el caso de las otras dos víctimas: Alfredo Suasnabar, un trabajador de la construcción de 55 años, y Damián Rivas, un carpintero de 48, el fiscal Pablo Candela -que intervino primero en las actuaciones- desestimó la formación de una causa penal por entender que no se configuraba ni siquiera la sospecha del delito de abuso sexual. Rivas testificó ante la Justicia que Melella "empezó a mandarme mensajes de WhatsApp y también me llamaba y me preguntaba si la tenía grande, en referencia al pene, porque él la quería sentir, y siempre me pedía si conocía a alguien para presentarle. Me decía que yo era un cagón y que nunca iba a hacer nada, y que no podía creer que no tenía ningún conocido para presentarle. Pero yo no iba a llevar a nadie conocido para eso". Por su parte Suasnabar, declaró: "Un día estaba mal, era el mes de enero, no había trabajo, no tenía un peso. Y cuando uno tiene familia, busca hacer cualquier cosa. Entonces me dijo que fuera a verlo en su departamento (...) Me fui para ahí pensando en que iba a tener trabajo. Subí, me atendió el señor, y me abrazó, me besó y empezó a hacerme cosas, me bajó los pantalones y se mandó el miembro en su boca. Yo lo que hice es apartarlo, le dije 'pará, qué es lo que pasa, yo vengo por el trabajo, no por esto'. Y él me decía "entregate, papito, entregate".
Su historia
Melella nació en San Justo, sus padres eran un albañil y una modista, y se formó en instituciones salesianas, por lo que a los 26 años viajó a la provincia para desempeñarse en la Escuela Agrotécnica Salesiana de Río Grande, la que llegó a dirigir.
En 2002 ingresó a trabajar al área social del municipio, pasó por la dirección de la juventud y luego por la secretaría de producción, hasta llegar a ser director de desarrollo local y finalmente secretario de la producción durante la gestión del ex intendente radical Jorge Martín.
Video: El mensaje tras el triunfo:
En 2011, apoyado por Martín que ya no tenía posibilidades de ser reelecto, fue candidato a intendente y resultó elegido con el 33,62% de los votos.
Ya en 2015, Melella (a quien en Río Grande le dicen "el curita") se posicionó en el partido Forja y se autodefinió como un "radical K", con lo que consolidó su acercamiento al entonces Frente para la Victoria. Ese año logró su reelección con el 53,28 % de los votos.
En los últimos cuatro años mantuvo su alineamiento kirchnerista al tiempo que comenzó a distanciarse de la actual gobernadora Rosana Bertone, a quien acusó de "consustanciarse" con las políticas del presidente Mauricio Macri.
Desde ese lugar comenzó a construir su propia candidatura a gobernador, que terminó sellando a través de una alianza con el Movimiento Popular Fueguino, y en especial con un sector de ese partido comandado por la "familia Loffler", entre cuyos integrantes hay un diputado provincial, un juez de Cámara con influencia en el Poder Judicial, empresarios y allegados a empresas contratistas del Estado.