Tras su renuncia a la presidencia del bloque los legisladores manifestaron su enojo y esta semana se reunirán para definirse de cara al futuro.
El PJ no sabe cómo seguir sin Pichetto
La decisión del rionegrino Miguel Pichetto de ser compañero de fórmula del presidente Mauricio Macri, tras renunciar a la jefatura de la bancada peronista, desconcertó a ese interbloque que debe resolver quién reemplazará al rionegrino y cómo seguir hasta la renovación legislativa de diciembre.
Luego de aceptar la propuesta, y antes de anunciarlo formalmente, el senador le comunicó su decisión a los más cercanos de su bloque: los senadores Pedro Guastavino, de Entre Ríos, y Rodolfo Urtubey, de Salta, hermano, además, del precandidato a vicepresidente por Consenso Federal, Juan Manuel Urtubey.
Inmediatamente, los pocos senadores que estaban en Buenos Aires se reunieron en el Salón Néstor Kirchner de las oficinas del bloque Justicialista y ensayaron una queja por la decisión de Pichetto.
Además, prometieron que volverán a juntarse, presuntamente con más participantes, el próximo martes al mediodía.
Sin embargo, los feriados juegan en contra de esa movida: el lunes se conmemora la muerte del General Martín Miguel de Güemes, y el jueves, el Día de la Bandera.
Difícilmente haya un número crítico para resolver cómo seguir de aquí al 10 de diciembre en el bloque.
Por las dudas, en la reunión del miércoles pasado los legisladores ratificaron su pertenencia al peronismo y su rol de oposición al gobierno nacional.
Pero no pudieron resolver quién encabezará ese bloque ni qué hacer con Pichetto, quien, por ahora, seguirá ocupando las amplias oficinas que le corresponden al jefe de la bancada peronista, en el segundo piso del Palacio Legislativo.
Los únicos senadores que estuvieron presentes el miércoles se acercaron en los últimos meses al kirchnerismo, aunque todavía no se pasaron al bloque de la ex presidenta.
La única excepción, entre ellos, fue Guastavino quien, si bien al principio estaba disgustado con Pichetto, su enojo se fue disipando en las últimas horas.
El entrerriano fue el primer senador del peronismo en anunciar, en diciembre de 2017, que no iba a compartir un bloque con Fernández de Kirchner.
Otros dirigentes, como los chubutenses Alfredo Luenzo y Mario Pais, la catamarqueña Inés Blas, la entrerriana Sigrid Kunath, el fueguino José Ojeda y la pampeana Norma Durango, responden a gobernadores que adhirieron a la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner.
El correntino Carlos Espínola y el jujeño Guillermo Snopek representan a provincias gobernadas por Cambiemos.
Al probable vaciamiento de la reunión del martes se suma el asentamiento de la candidatura de Pichetto, que el viernes recibió una calurosa bienvenida de dirigentes del peronismo que están en Cambiemos; y la postura política de senadores que apoyan a la fórmula de Consenso Federal, encabezada por el economista Roberto Lavagna.
Entre ellos figuran el mencionado Urtubey y el catamarqueño Dalmacio Mera, primo de ambos.
Segunda minoría en la Cámara alta, detrás del interbloque Cambiemos, el peronismo había aportado la gobernabilidad que el gobierno nacional necesitaba para sacar leyes fundamentales, como la Reforma Previsional y Fiscal y las leyes de Presupuesto.
Sin embargo, ese apoyo no siempre fue monolítico desde 2015, cuando Macri llegó a la Casa Rosada.
En ese momento, Cambiemos no contaba con más de quince senadores y necesitó de acuerdos con los gobernadores, trabajados por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y por el flamante precandidato a vicepresidente.
El triunfo del oficialismo en las elecciones legislativas de 2017 elevó a 26 el número de bancas, en tanto que el peronismo perdió lugares debido a la derrota, pero también a la llegada a la Cámara alta de la ex presidenta Cristina Kirchner, que le restó aún más senadores al bloque que encabezaba Pichetto, para conformar el bloque Frente para la Victoria.
Pichetto quedó al mando de 25 senadores que, a fines del año pasado, pasaron a ser 23 por la pelea entre el gobernador tucumano, Juan Manzur, y quien fue su antecesor, el senador José Alperovich, quien se llevó consigo a su cuñada, la senadora Beatriz Mirkin.
Con el bloque diezmado, y en el comienzo de la crisis económica, el rionegrino tuvo cada vez menos influencia entre sus subordinados.
Los gobernadores, además, comenzaron a despegarse cuando se percibió en el ambiente que la reelección de Macri no era un hecho y que existían posibilidades de que Cristina de Kirchner, si se presentaba como candidata a presidenta nuevamente, pudiera volver al gobierno nacional.
La última estocada al bloque justicialista la dio el propio Pichetto, el martes, cuando decidió aceptar la propuesta de acompañar al presidente de la Nación en la fórmula de lo que ahora se dio en llamar Juntos por el Cambio.