El comisionado se lleva una buena impresión pero espera que la provincia siga trabajando para mejorar el hacinamiento.
La CIDH espera que las cárceles mendocinas mejoren su atención
Durante tres días, la Comisión Internacional de Derechos Humanos estuvo en nuestra provincia para analizar la situación actual de las cárceles mendocinas, teniendo en cuenta las medidas cautelares impuestas desde hace años, en los penales de Almafuerte y San Felipe por las condiciones en que se encontraban.
Para conocer la realidad carcelaria de la provincia en profundidad, el comisionado Luis Vargas Silva estuvo acompañado por el ministro de Seguridad, Gianni Venier; el director del Servicio Penitenciario provincial, Eduardo Orellana, y abogados peticionarios de organizaciones de derechos humanos. Allí, tuvo la posibilidad no sólo de ingresar e introducirse en distintos módulos y pabellones de los penales sino también entrevistar personalmente a los internos.
Ante la consulta sobre el análisis que podía realizar sobre su visita, Vargas Silva expresó que si bien todo lo recaudado será materia de evaluación por parte de la Comisión, "me llevo una magnífica impresión, primero del trabajo que realizan los abogados peticionarios, ciudadanos ejemplares en mi criterio, y segundo del empeño y trabajo que realiza el Gobierno para construir centros penitenciarios que atiendan la sobrepoblación existente".
El comisionado destacó además el trabajo que realizan las autoridades de todo el sistema carcelario de la provincia. En relación con esto, Vargas Silva dijo: "Me llamó mucho la atención el trabajo de Eduardo Orellana, tal vez la persona que más me impacta positivamente en el conocimiento que tiene del tema. Yo no había conocido nunca una persona que conociera tanto el sistema penitenciario como él lo conoce".
En este sentido, destacó también el manejo que tienen los directores de los dos centros penitenciarios y su relación con la población reclusa. "Esto tampoco lo había visto nunca, realmente lo que uno conoce son unos burócratas que siempre lo despachan a uno desde sus oficinas, pero ellos no, son trabajadores de campo que se entienden con la población carcelaria", sintetizó.
En cuanto a las entrevistas realizadas a personas privadas de libertad alojadas en los complejos de San Felipe y Almafuerte, Vargas Silva expuso: "Consignaré las pruebas recaudadas de las situaciones más precarias, las cuales me llevo filmadas, como el tema de la sobrepoblación en celdas muy pequeñas que aparentemente están dispuestas para cuatro camas, y que me parece que no es un sitio adecuado para la cantidad de personas que allí conviven".
También destacó la posibilidad de que Mendoza se convierta en un paradigma para atención de la población carcelaria: "Cuando hablo de paradigma, no es solamente para Argentina sino para todos los países de América. Es posible que se pueda convertir en eso, y creo que sobre eso vamos a trabajar de manera mancomunada para que lo podamos convertir en el arquetipo a mostrar".