Las perlitas en el búnker de Cambia Mendoza
Frutas, sonrisas y el champagne listo para descorchar
Parece un cumpleaños de esos en los que se tira la casa por la ventana, pero no, es el búnker de Cambia Mendoza, haciendo base en el hotel Aconcagua de calle San Lorenzo.
Pasadas las 20, la sala de prensa y el lobby del hotel está lleno: funcionarios de primera, segunda y tercera línea, legisladores y referentes se saludan a los besos y abrazos, mezclados entre los periodistas ávidos de rescatar alguna declaración. Nadie arriesga demasiado, nadie tira una bomba, porque las pulsaciones se sienten victoriosas. "Hemos hecho una gran elección, una gran performance", dice Luis Petri por teléfono a algún colega que lo entrevista.
Abunda el look informal. Jean, mocasines y la gama azul, celeste y caqui que tanto caracteriza a los varones de Cambia Mendoza. Ellas sin embargo, están producidas para la ocasión.
Un detalle aparte merece el catering dispuesto para la prensa. Hay facturas y café, pero también hay frutas frescas y jugos naturales. Muy en sintonía con los hábitos de runner del Rody Suárez.
En el sector donde está dispuesto una suerte de escenario con una pantalla enorme, los técnicos ajustan tranquilos los detalles. Cerca de las 21 se espera la llegada del gobernador Alfredo Cornejo, quién coronará una jornada que llena de energía a Cambia Mendoza. A partir de mañana, habrá que esperar a octubre.