Se trata en la especialista en biología vegetal Sandra Myrna Díaz. Sus contribuciones pueden ser la clave para la lucha contra el cambio climático.
Una argentina ganó el premio Princesa de Asturias
La científica cordobesa Sandra Myrna Díaz y la estadounidense Joanne Chory fueron distinguidas por la "lucha contra el cambio climático y la defensa de la diversidad biológica". Las Especialistas en biología vegetal y estudiosas del impacto de la crisis climática recibieron el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2019.
El trabajo que desarrollan ambas biólogas, por separado, las ubicó en la vanguardia de nuevas líneas de investigación en torno a la crisis climática, sus efectos y en la defensa de la biodiversidad. El jurado ha decidido distinguirlas a ambas por sus "contribuciones pioneras" al conocimiento de la biología de las plantas, que son "trascendentales para la lucha contra el cambio climático y la defensa de la diversidad biológica".
Las especialistas:
Sandra Díaz nació en Bell Ville, Córdoba. Es graduada en Biología por la Universidad Nacional de Córdoba, donde se doctoró en 1989. Entre 1985 y 1991 fue becaria en el Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables de dicha universidad y realizó una estancia posdoctoral en la Universidad de Sheffield. En 1993 regresó como profesora a la Universidad de Córdoba, donde actualmente es investigadora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal.
Es miembro electa de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, de la Academia de Ciencias de Francia y de The Royal Society. Entre los premios que recibió se destacan los Konex de Platino en Biología y Ecología, el Zayed al Liderazgo en Medio Ambiente, el Bernardo Houssay y el Ramón Margaleff de Ecología.
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Durante su carrera, participó en actividades e informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático y de la Convención Internacional de Diversidad Biológica. Referencia científica en el área de la ecología y especializada en botánica, formó parte del desarrollo de una herramienta metodológica para cuantificar efectos y beneficios de la biodiversidad de las plantas y la ecología vegetal de los ecosistemas y su aprovechamiento humano en forma de combustible, materiales, medicinas, tintes, alimentación, protección hídrica y otras aportaciones.
También investigó el papel de la biodiversidad para contrarrestar el cambio global, por ejemplo, mediante el secuestro de carbono atmosférico. Es justamente este tema es que la emparenta con Chory, quien según recordó el jurado estudia "el desarrollo de plantas capaces de absorber hasta 20 veces más dióxido de carbono del aire que las normales".
Joanne Chory, nacida en Methuen (Estados Unidos) en 1955, ha centrado su campo de investigación en el estudio de los mecanismos que regulan el funcionamiento de las plantas, desde el nivel molecular hasta el celular, así como las reacciones de estas a condiciones ambientales de estrés.
Sus méritos:
La investigación de Díaz hace foco en la importancia de la conservaciones de la biodiversidad. Pues esta es fundamental para garantizar la prestación de los servicios que los ecosistemas brindan a la humanidad como la depuración del aire y el agua, proporcionar alimentos, el forraje y la regulación del clima.
En tanto, el trabajo de Chory estudia la respuesta de las plantas a las variaciones naturales, lo que permite mejorar la adaptación de los ecosistemas globales al cambio climático. Miguel Delibes Castro, presidente de la Sociedad Española de Conservación de Mamíferos y miembro del Jurado del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica explicó porqué fueron las ganadoras del reconocimiento:
El Premio Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, un diploma, una insignia y 50 mil euros.