Durante el asalto a un drugstore de una estación de servicio de Godoy Cruz, el uniformado dio la voz de alto y al ver que no se tiraban al piso, disparó.
El policía que mató al ladrón, antes le disparó al empresario
Un policía mató de un balazo a un ladrón que estaba desarmado en una estación de servicio de Godoy Cruz e hirió a un reconocido empresario que estaba comprando. El uniformado está siendo investigado por la Justicia debido al extraño accionar en el hecho.
El efectivo prestaba servicios extraordinarios en la estación ubicada en Acceso Sur y Rawson. Adentro, en el drugstore, un delincuente amenazó verbalmente al cajero, quien habría advertido que el ladrón presumía de tener un arma. Otro empleado que estaba en el lugar salió por la puerta de atrás en busca del uniformado. Y le avisó que estaban asaltando a su compañero.
El policía entró al local y dio la voz de alto con el arma desenfundada, una versión totalmente distinta a la que brindó inicialmente el Ministerio de Seguridad.
El policía dio la voz de alto. El empresario gastronómico Luciano Franchetti, que estaba comprando cigarrillos, realizó un movimiento de giro con intenciones de salir del drugstore. Claro, él no tenía nada que ver.
Pero el efectivo, que ingresó a un lugar en el que estaba ocurriendo un asalto, y donde nadie obedeció la voz de alto, decidió disparar. El proyectil ingresó por el abdomen de Franchetti.
El ladrón, que estaba al lado de la caja registradora, hizo un movimiento de brazos llevándose una mano hacia al bolsillo. El agente le disparó, la bala ingresó por la zona dorsal, y el delincuente cayó al piso y en pocos minutos murió.
Franchetti está en terapia intensiva, tiene afecto el hígado.
La mujer que acompañaba al empresario Francetti, que lo esperaba en la camioneta, entró al lugar para avisar que su acompañante no tenía nada que ver.
Esta fue descripción más cercana a la realidad de la mecánica del hecho, totalmente distinta a la que dio oficialmente el Ministerio de Seguridad.
Desde la cartera indicaron que el policía entró al lugar, que el ladrón estaba armado, que se le abalanzó encima y durante la lucha le disparó. Nada de esto ocurrió.
El policía, al que por el momento se le tomó declaración informativa (una especie de instancia intermedia entre testigo y acusado) podría ser imputado por homicidio con exceso en la legítima defensa ante el peligro de un tercero. Esto atenuaría algunas responsabilidades debido a que disparó al ver un extraño movimiento pero que en ningún momento hubo un enfrentamiento.