La jueza Nancy Lecek le negó la libertad condicional a Mauro Aguirre. El profesor de la UNCUYO acusado de abuso sexual simple y con acceso carnal agravado, seguirá detenido en Contraventores.
No hay condicional para Aguirre
La magistrada encargada del caso, Nancy Lecek, negó el beneficio de la libertad condicional o de la prisión domiciliaria a Mauro Aguirre, denunciado por 6 ex estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Los cargos de los que se le acusan son: abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal, ambos con el agravante por ser educador.
En la sesión, que comenzó el pasado jueves, Aguirre declaró que si había mantenido relaciones sexuales con las mujeres, pero de modo voluntario. Por su parte, la abogada de las víctimas declaró que creían peligroso otorgarle el beneficio de la libertad condicional porque "hay posibilidad de entorpecimiento probatorio y de fuga"
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Mientas tanto, sus cómplices -Mario Codoni, Leandro Fotán y Lucía Fernández - que habrían obrado de entregadores y están acusados por participación primaria, están gozando del beneficio de la libertad condicional. Su supuesto rol, dentro de los abusos, habría sido el de aislar a las víctimas y entregarlas, algunas veces habrían prestado sus casas y acomodado la situación para que Aguirre abusara de ellas - chicas de entre 17 y 19 años.
El acusado deberá aguardar en Contraventores hasta que se lleven a cabo las pericias psicológicas. La abogada querellante, Viviana Beigel, declaró al respecto a la negativa a libertad condicional de Aguirre:
"Creemos que es lo correcto, lo que corresponde de acuerdo a la normativa internacional y a los requerimientos que tiene el Estado Argentino de proteger a las mujeres que son víctimas de violencia sexual y de género"
La causa
Luego de la negativa al pedido de Aguirre de libertad condicional, inicia el periodo de pericias psicológicas. Tanto imputados como víctimas, serán sometidos a estudios psicológicos que determinarán gran parte del progreso de la investigación.
Por los cargos de abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal, ambos con el agravante por ser educador, Aguirre podría esperar hasta 20 años de prisión.
El modus operandi
Según las denunciantes, los abusos se producían en el marco de una agrupación estudiantil, AUN. Cuyas normas eran aislar a las estudiantes de sus familias y amigos. AUN se convertía en el único grupo de pertenencia de sus militantes y las únicas personas de confianza de las victimas pertenecían a la agrupación.
El profesor Aguirre elegía a algunas chicas, declararon las jóvenes, y sus cómplices aportaban sus casas para que se concretaran los abusos. Se acomodaba la situación para el profesor fuese la máxima, única e incuestionable autoridad.