Lucia Roldán y Ana Clara García, dos de las fundadoras de la cooperativa sonora, recalcaron la invisibilización de las mujeres en la técnica.
El sonido, un rubro ocupado por varones
En el marco del festejo de su primer año de trabajo como cooperativa, Lucía y Ana Clara, profundizaron acerca de los inicios. Esta cooperativa nace de la necesidad de generar puestos de trabajo y de visibilizar el poco acceso de las mujeres en el detrás de escena.
Conformada plenamente por mujeres y disidencias dedicadas a producir sonido en eventos culturales. Ana Clara García comenta:
"La técnica está en los festivales presente pero atrás, en los costados, y bueno no hay muchos lugares donde podamos trabajar las mujeres. Ante esta necesidad nos encontramos y pudimos empezar a trabajar juntas".
"Nuestro objetivo es ampliar la cooperativa "
Ellas definen la metodología de trabajo como autogestiva y horizontal. Y se diferencian de las estructuras tradicionales porque tienen como objetivo romper esa lógica jerárquica jefe/empleado. Además, impulsan y fomentan el ingreso de más mujeres y disidencias brindando talleres y capacitaciones sobre sonido.
"Nuestro objetivo es ampliar la cooperativa y generar muchos más puestos de trabajo, poder llegar en algún momento a tener el caminito completo de la industria de la música y que la producción musical sea realizada por pibas y disidencias. Sonido en vivo, grabación, producción, que todos los puestos sean ocupados por pibas".
Mira el vídeo y conoce un poco más a cerca de la cooperativa: