Cucchi se va del Lobo: "Ojalá que me toque volver pronto"

Patricio Cucchi se va de Gimnasia. Detrás deja tres años de protagonismo absoluto y una última temporada en donde explotó sus máximas virtudes.

El delantero santafesino llegó a mediados de 2016 proveniente de Libertad de Sunchales. Ese primer año peleó el Federal A con el Lobo y cayó por penales en la final de la Reválida ante Mitre de Santiago del Estero.

La temporada siguiente tendría revancha y ascendería a la B Nacional luego de vencer a Defensores de Villa Ramallo. Este año fue el goleador de su equipo y de la categoría con 16 tantos, y además clasificó junto al Blanquinegro al Reducido por el segundo ascenso a la Superliga. Su destino es incierto y las versiones indican Medellín (Colombia), México o Italia.

Tras la eliminación en manos de Almagro culpa de la ventaja deportiva del rival (Gimnasia no perdió ninguno de los partidos de la serie), el querido Pato aseguró en Dos de Punta que "sabíamos que era una final como todas las que veníamos jugando. También sabía que era mi último partido junto con otros compañeros que se terminaban sus contratos, entonces sacamos ese plus. Lamentablemente lo buscamos por todos lados y no pudimos".

- ¿Qué balance hacés de estos tres años?
- Fueron tres años de crecimiento, eso me enseñó Gimnasia, más allá de todo lo lindo que se vivió. El primer año jugamos una final, el segundo año logramos el ascenso a la B Nacional y ahora el tercer año peleamos un ascenso a Superliga. Para el club era algo histórico, nos hacían sentir que nos estábamos jugando algo muy importante. Nosotros también lo sabíamos y en lo personal aprendí muchísimo. Fue el primer club donde jugué con tanta gente a mi favor y eso fue hermoso, el cariño recíproco con la gente no me lo voy a olvidar nunca, es algo que me voy a llevar a todos lados. Ojalá que me toque volver pronto porque ya estoy extrañando".

Cucchi convirtió 35 goles en 89 partidos jugados con Gimnasia. De esos, 16 los convirtió en esta temporada de la B Nacional.

- ¿Cómo viviste esta faceta goleadora?
- Me tocó convertir y estoy muy contento por eso, pero hay que resaltar el trabajo de Sebastián Matos, que fue fundamental para nosotros, sobre todo por el estilo de juego que teníamos. Se lo criticó por no convertir pero fue un jugador clave porque hacía todo para nosotros: aguantaba, cabeceaba, y la verdad que para mi función era muy útil. Hay que destacar lo que hizo para el equipo y para mí porque la mayoría de los goles que convertí fueron gracias a él.

- ¿Qué significa para vos la cláusula de salida sabiendo que le dejás algo a la institución?
- A Gimnasia le entra una plata bastante importante y es una forma de retribuirle todo lo que el club apostó por mí, por todo lo que me dieron. Yo traté de devolver esa confianza adentro de la cancha e irme ahora y dejarle al Lobo el dinero que entra por la cláusula es importante para mí y me voy feliz por eso también.

- ¿Cuál de los tres años disfrutaste más?
- Este año fue el que más disfruté de los tres que estuve en Gimnasia. Es raro que no nombre el del ascenso, pero este año fuimos siempre en crecimiento. Fue un poco irregular pero se cumplieron casi todos los objetivos que nos habíamos propuesto: estar lejos del descenso, ganarle a Independiente Rivadavia y clasificar al Reducido. Fue un año que lo disfruté mucho, con un grupo espectacular, un cuerpo técnico que trabajó siempre muy bien y la verdad que me gustó. No terminó como hubiéramos querido, pero la pasamos bien.

El Lobo fue el cuarto club en la carrera del santafesino, que hizo Inferiores en Rosario Central. Además jugó en Tiro Federal, Unión de Mar del Plata y Libertad de Sunchales.

- ¿Imaginaste todo esto cuando llegaste a Mendoza?
- No, nunca soñé algo así. Es difícil proyectar que vas a ascender o que vas a ser el goleador de la B Nacional. Sí me focalicé en dar lo mejor y en tratar de brindarme siempre al cien para llevar a Gimnasia a otra categoría como hicimos el segundo año, pero proyectar todo lo que sucedió, no.

- ¿Cuál fue la clave del éxito estos años?
- La verdad que fue increíble. Es muy difícil mantenerse tres años arriba, siendo protagonistas y manteniendo un nivel tan competitivo. Creo que el secreto fue que se armaron grandes planteles y por eso pudimos lograr las cosas que logramos.

Su carta de despedida

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