Nicolás Bustos volvió a hablar sobre la pesadilla que vivió en el monasterio antes de dejar el lugar en 2015.
Abusos en Cristo Orante: el denunciante comparó el caso con una secta
Nicolás Bustos, el joven de 27 años, víctima de abusos sexuales en el Monasterio del Cristo Orante en Tupungato, volvió a hablar y contó la terrible experiencia que vivió en el lugar. Hasta consideró que lo que le sucedió se asemejó a "una secta".
"Lo que se dio en el Monasterio es lo mas parecido a una «Secta, más que una institución religiosa sana o de Dios como se plantea. Parece más una suerte de marketing y fanatismo que logró que uno quedara deslumbrado por lo maravilloso del exterior, cuando por dentro todo eso está podrido", indicó en diálogo con el portal InfoUco.
Luego, Bustos aclaró las causas por las que le costó tanto radicar la denuncia contra los monjes: "Para mi, dentro del monasterio era imposible hacer la denuncia, fruto de la manipulación propia de las sectas. Hay una especie de lavado de cabeza, a uno le impide ver con claridad las cosas, además te genera confusión este populismo que aprueba ese fanatismo".
El monasterio se encuentra actualmente cerrado y los acusados, bajo prisión domiciliaria preventiva.
Bustos dijo que recién en el año 2015 se animó a hacer la denuncia por abuso en la justicia, el mismo año en que abandonó el monasterio. Antes de ello, había hablado con el obispo Carlos María Franzini pero meses después redobló la apuesta y habló con Marcelo Mazzitelli, obispo auxiliar de Mendoza.
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"Pasaron 3 años y conozco a mi pareja Guadalupe y con ella logro ver mejor la realidad de las cosas. Con ella tomo la decisión de asistir al arzobispado para renovar la denuncia, en ese lugar nos recibe Monseñor Mazzitelli quien nos recibe nuevamente la denuncia y uno confiando que la iglesia haría las cosas que debía hacer", indicó.
"Esperamos 8 meses y al ver que no había ninguna consecuencia ni tampoco investigación es que decido hacer la denuncia en la Fiscalía", remató.
Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza.
Por último, Bustos cree que la Iglesia Católica y el entonces obispo de Mendoza (Franzini) "taparon" el caso para evitar su difusión.
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