Según el sector farmacéutico el comercio ilegal de remedios registra un pico de crecimiento que en promedio representa un 14.5% en todo el país.
Preocupación por el aumento de la venta ilegal de medicamentos
Según datos del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB) el comercio ilegal de medicamentos registra actualmente un pico de crecimiento que en promedio representa un 14.5% en todo el país. Dato que surge de proyectar sobre el total de ventas sobre los decomisos de medicamentos realiza la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).
Quienes abordan esta problemática explican que un medicamento ilegal es aquel que si bien salió del laboratorio cumpliendo todos los requisitos legales luego se comercializa en un circuito ilegal que abarca en kioskos, distribuidoras, almacenes, ferias comunales y laboratorios.
Pero también ingresan en esta categoría los medicamentos vencidos que en lugar de haber sido destruidos (o incinerados) por los laboratorios reingresan al mercado con fechas de vencimientos modificadas o estuches cambiados. Todo frente a una enorme falta de control por parte del Ministerio de Salud y de los organismos competentes en la materia.
En la provincia la situación no es muy distinta al contexto nacional y esto lo confirma Mario Valestra, presidente del Colegio Farmaceútico de Mendoza, al asegurar que la venta ilegal se ha incrementado a la par de la crisis económica y el aumento de robos a farmacias que en algunos casos son literalmente vaciadas. En ese sentido dijo que si bien en Mendoza aún no se han registrado situaciones de saqueos, si le consta que han ocurrido en otros puntos del país.
"Es importante concientizar a la población de que al adquirir un medicamento prescrito por el médico lo haga en lugares autorizados, en farmacias específicamente, y que no se debe automedicar porque ahí es donde comienzan los problemas. Siempre hay que consultar al farmacéutico que es el profesional que puede asesorar correctamente" aseguró Valestra.
Por su parte Marcelo Peretta, presidente de SAFyB, dijo a Diario Vox /Post que "el comercio ilegal se expande porque los organismos de control ni siquiera tienen capacidad para controlar a las farmacias y que por lo tanto mucho menos pueden controlar a kioscos, almacenes, ferias, etc. "Esto es gravísimo porque el poderoso (los laboratorios) está cubierto y hace lo que quiere, son empresas que no están preocupados por la salud de la gente y que si bien tienen estrictos controles de producción son ellos mismos los que pueden deshacer dichos controles" alerta Peretta.
En cuanto al daño económico que el comercio ilegal provoca en la actividad farmacéutica, afirma que el porcentaje de ilegalidad se traslada automáticamente a una caída en la facturación de las farmacias con la consecuente pérdida de puestos de trabajos. Además afirma que a la ilegalidad se suma el pésimo contexto económico que entre 2018 y lo que va de 2019 ha provocado el cierre de más de 250 farmacias en todo el país.
Para el titular SAFyB la ilegalidad no es solo representa un problema sanitario, sino también, una debilidad financiera para las farmacias porque en definitiva son las que soportan la carga tributaria, pagan salarios y asumen la responsabilidad de la venta de cada medicamento. Según información del sindicato entre los productos que más se comercializan de manera ilegal aparecen: ibuprofeno, aspirina, buscapina, sertal, pastillas para la acidez estomacal, pastillas de carbón, jarabe antifebril, antigripales y productos para la tos.
La Uberización podría llegar a los medicamentos
Hace unos días trascendió que la empresa de Delivery Rappi que busca implementar un servicio de entrega de medicamentos llamado "RappiMédicos" el cual podría sumar también la confección de recetas. Al respecto Peretta dijo que rechazaban enérgicamente la iniciativa porque significa, lisa y llanamente, blanquear la venta ilegal y dificultar aún más los operativos de control. También estimularía la automedicación como el uso irracional de medicamentos los cuales representan un gran riesgo para la salud de la población.