Lucas los adoptó en Chile, en medio de un viaje y ahora no puede desprenderse de ellos.
De Jujuy a Mendoza a dedo por amor a sus perros
En octubre del año pasado, en los días previos al día de la madre, Lucas Giménez (23), junto a su novia Sol (18), emprendieron un viaje con la idea de llegar a Perú, pasando por parte de nuestro país y por Chile.
La aventura fue tomando color y, en el país trasandino, la pareja mendocina decidió adoptar a dos cachorros a los que bautizaron como Pilsen y Serena. El vínculo que se creó entre ellos fue fuerte y sus mascotas los acompañaron en toda la travesía.
En la Argentina, emprendiendo regreso, los jóvenes sufrieron un robo en la localidad jujeña de Abra Pampa. Sin teléfonos, ni dinero, sus familias perdieron contacto con ellos y se inició una búsqueda nacional que por suerte terminó bien.
El padre de Sol se encontraba rumbo a la provincia norteña para ayudar a encontrar a su hija, cuando se enteró de que la joven estaba bien. No quedaba más que encontrarse en San Salvador, abrazarse y emprender el regreso a su Rivadavia natal.
Todo marchaba bien, hasta que el colectivo en el que iban a regresar todos (Lucas, Sol, su padre, Pilsen y Serena), informó que no se permitían animales a bordo. Momento de decisiones para la pareja.
"No los iban a abandonar, ellos aman a esos animales. Imposible", contó al Post Noelia Malovini, madre de la joven.
Lucas tomó la situación con calma y se inclinó por quedarse en Jujuy e intentar regresar a dedo hasta Mendoza, Sol y su papá volvieron a la provincia en un colectivo de larga distancia.
El viaje va lento, pero va. Esta mañana, el mendocino, oriundo de Godoy Cruz, llegó a Tucumán y continúa con su proeza, buscando a algún benévolo conductor que lo traslade hasta la provincia o que lo continúe acercando a su destino.
Por lo pronto, en las redes sociales, sus familiares y amigos comparten fotos de Lucas. Más difusión, más posibilidades de encontrar un pronto regreso. Desde el Post, hacemos nuestra parte. Por Pilsen, por Serena y por Lucas.