¡Spoiler alert! Una evolución de uno de los personajes más queridos por la audiencia.
Arya, de niña irreverente a peligrosa asesina
Dentro de los personajes más populares de Game of Thrones, Arya Stark definitivamente se encuentra dentro del top five. Esa pequeña niña que vimos crecer tuvo que atravesar grandes peripecias para poder sobrevivir y convertirse en una guerrera dispuesta a llevarse por delante a todos los que le hayan hecho daño.
Muchos capítulos podrían haberle puesto fin a Arya, sin embargo, logró sobrevivir a ese mundo medieval tan parecido al que conocemos a través de la historia y del cual sabemos, las mujeres eran menospreciadas. Su vida corrió riesgo más de una vez, desde muy joven tuvo que aprender a escapar para seguir viviendo, su fortaleza y valentía se deben a esto.
Lo único que quería era aprender a usar la espada, hecho que enterneció a Jon Snow -su medio hermano- quien decidió regalarle una, a la cual nombró Aguja. A diferencia de su hermana mayor Sansa Stark, quien asume sin protestar el rol que esa sociedad le asignaba a las mujeres de cuna noble, Arya rompe con esos cánones impuestos. Ella siempre tuvo claro que no quería ser una Lady, ni ceñirse a esos estereotipos tan absurdos como tradicionales. Y es que la popularidad de su personaje radica en esta actitud principalmente.
Cuando su padre, Ned Stark, fue asesinado por Ilyn Payne, Arya escapa de King's Landing con la ayuda de Yoren, un reclutador de la Guardia de la Noche que se la lleva con él y comienza a viajar para regresar a su tierra, Winterfel. El sentimiento de venganza se convierte en el motor para mantenerse con vida, y noche tras noche, repasa su lista de personas a las que quiere ver muertas.
Ver también: Sansa Stark: de niña mimada a Lady de Winterfell
Durante su camino tuvo que atravesar grandes obstáculos para mantenerse con vida: cambió su apariencia y se hizo pasar por niño (Arry), logró sobrevivir a la Hermandad sin Estandartes, se convirtió en la sirviente de Tywin Lannister, se vio obligada a compartir viaje con El Perro, (estos dos últimos se encontraban en su lista). Sin embargo, también aprendió mucho de Syrio Forel, su maestro espadachín y de Jaqen H'ghar, uno de los Hombres sin Rostro, quien le enseñó a pelear y la convirtió en una asesina despiadada.
Poco a poco logró tachar de su lista a los personajes que la lastimaron. Uno de los capítulos épicos en los que se consagró como la justiciera de la serie, fue cuando degolló a Walder Frey y envenenó a toda su familia vengando la muerte de su mamá Catelyn Tully y su hermano Robb Stark en la famosa Boda Roja. Arya comienza a convertirse en una de las asesinas más peligrosas de los 7 Reinos. Finalmente logra llegar a Winterfell, donde se encuentra con su hermana Sansa y Jon.
Sin embargo, en esta última temporada, Arya da un giro inesperado en cuanto a su personaje. Uno de los momentos más sorprendentes del domingo pasado fue la escena de sexo con su viejo amigo Gendry, el bastardo Baratheon, durante "la última noche".
Nunca habíamos visto esta faceta de su personaje, jamás la vimos desnuda en la pantalla y eso generó una división en las redes sociales. Algunos la catalogaron como una de las mejores escenas y otros se incomodaron al ver a la "pequeña" en esa situación, eso porque en el inconsciente colectivo, gran parte de la audiencia aún la considera su hermanita menor (Chicos, supérenlo las hermanas pequeñas también tenemos sexo).
En medio de esta controversia, Maisie Williams, quien interpreta al personaje, se hizo presente en las redes con un tweet bastante divertido:
"Si se sienten incómodos, sepan que mi mamá, mi padrastro, mis dos hermanas y mis cuatro hermanos probablemente ya lo vieron también. Jaja Mátenme".
Pero esperen, está más que claro que ya no es una niña. Lo cierto es que esta pareja estaba bastante shippeada por la audiencia y al fin se pudo concretar la fantasía de muchos. Y pensándolo bien, ¿qué harían ustedes si fuera la última noche de sus vidas?