El ex vicegobernador está de vuelta pero en el rol que más le gusta que son los armados políticos para llegar al poder. Una historia que se inicia hace cuatro años con la muerte de Juan Carlos Mazzón.
Ciurca, el precandidato a Chueco
Apenas habían pasado unas horas de haber sido electo vicegobernador, Carlos Ciurca esbozó un postulado que parece hecho carne en él. Fue en octubre de 2011.
Ciurca hizo este planteo que es aplicable a la política partidaria en general pero que en el movimiento creado por Juan Perón es más evidente y tiene valor de mandato. "En el peronismo hay que saber esperar el momento y estar siempre dispuesto para pasar al frente cuando se presente la oportunidad, pero jamás apurarse".
Una situación, una circunstancia, una muerte es una oportunidad para cualquier peronista y algo de todo esto pasó en este último tiempo.
Cuatro años después de aquel pensamiento dicho por Ciurca, cuando ya Alfredo Cornejo era gobernador electo, en agosto de 2015 murió el legendario Juan Carlos Mazzon el tejedor de alianzas, acuerdos y candidaturas del peronismo nacional y en particular de Mendoza.
Se van a cumplir cuatro años de ese deceso y el PJ local lo siente, tanto que irá a las primarias bajo tensión entre los sectores porque la dirigencia no terminó por acordar los cargos legislativos.
Es decir quienes aparecerán en los afiches como precandidatos a la gobernación para dirimir las PASO, Alejandro Bermejo y Anabel Fernández Sagasti (AFS) no pudieron cerrar filas para lograr la unidad tan clamada por la militancia peronista. Los sectores, las facciones que no están dispuestas a ceder pudieron más que el ánimo acuerdista.
Pero hay que hacer foco en Unidad Ciudadana, el neokirchnerismo empujado desde La Cámpora, la agrupación cristinista.
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En ese ambiente está inserto Ciurca como escénografo y coreógrafo de varias "obras electorales".
Ahí está Ciurca para poner en escena a los dirigentes de su propio sector que contiene a referentes experimentados que vienen del siglo pasado para mezclarlos con los milleniams K.
Mientras Anabel proclama "la renovación" y planta bandera diciendo que es "nuestro tiempo" hablando de su generación política, Ciurca teje y desteje y empieza a demostrar que también es "su tiempo" de ocupar la vacante que dejó "el Chueco" Mazzón.
De su marmita que cuece a fuego lento sus menjunjes electorales salió la impensada adhesión a la cruzada kirchnerista de Guillermo Amstutz, el veterano legislador lasherino, ingeniero y antiguo referente territorial de los pocos que todavía camina tranquilo por las barriadas norteñas.
Amstutz gobernó Las Heras una década (entre 1989 y 1999) y de ese periodo salieron los otros dos referentes que dominaron la escena del distrito norteño, el actual diputado nacional Rubén Miranda (ahora diputado nacional y precandidato a legislador provincial de Bermejo) y el mentado Ciurca.
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El ingeniero siempre se mostró alejado de la ola kirchnerista, de hecho armó su propio partido para sostener su armazón territorial reservando su ortodoxia peronista.
Por eso sólo se entiende su foto con AFS si está sostenida en la mano de Ciurca. Por eso el jueves santo pasado, se produjo la "conversión" de Amstutz como candidato K para Las Heras.
Los hermanos siameses peronistas
Desde fuera de la cocina ciurquista miraban los que debían digerir los preparados del chef lasherino siempre sonriente aunque poco afecto a las selfies.
Del otro lado, están los Bermejo, Adolfo y Alejandro, a la cabeza del remedo del deshilachado sector azul del Chueco junto a los hermanos sanrafaelinos Emir y Omar Félix. Son los intendentes y legisladores nacionales peronistas. Bermejo quería la unidad peronista, siempre lo dijo.
Por su lado Anabel, también manifestaba la unidad como una posibilidad cierta.
Esa era imagen al momento cerrar los frentes electorales y de hecho la salida de pista del ampuloso José Luis Ramón como aliado del PJ despejó más la mesa de negociaciones internas del peronismo. Para ese tiempo faltaban 8 días para la presentación de listas de candidatos.
Durante días mientras se avanzaba en el diálogo entre los negociadores, y más allá de las tensiones por los espacios, hubo un hecho que fue moviendo la base del tablero. Las presentaciones de candidatos a intendentes de Unidad Ciudadana (desde Flor Destefanis en Santa Rosa hasta Omar Parisi en Luján), fue vistas por los intendentes como una presión extra y frenaban cualquier avance de acuerdo que pudiera haber.
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Era la receta del chef que se iba cumpliendo paso a paso. El ingrediente más picante fue Amstutz. Dicen que eso enojó al "Pulga" como se lo conoce a Alejandro Bernejo y eso precipitó el anunció su fórmula con la sanrafelina Cristina Da Dalt (acólita directa de los Félix).
Un asterisco: a las exigencias de Ciurca en la negociación siempre se le antepuso la resistencia, al acuerdo y a esos planteos, de los hermanos sureños. Pero hasta esto fue funcional a los planes del lasherino.
¿A quien responden los pre candidatos de Santa Rosa y Luján? se preguntaron en el bunker de los Bermejo ¿Quién fue el mentor de acordar con Amstutz en Las Heras? Se repreguntaron.
Hace tiempo que se consolida esta proyección. En este peronismo local está vacante el lugar que dejó el Chueco. Y Ciurca está formando su versión de aquel sector Azul de Mazzón. Y si esa es su intención entonces está actuando en consecuencia. Ciurca está generando su espacio y esperando su oportunidad.
Estas PASO son el emergente de su carrera como operador, parece. Con un grupo de jóvenes que le permite pensar en dos décadas de manejo y haciendo "magia" utilizando algunos recursos "mazzónicos" para ganar en espacios electorales fundantes como es Las Heras y Guaymallén (con el ex intendente Alejandro Abraham). Mientras la "renovación" va avanzando en otros cargos extendiéndose en el territorio.
Ciurca va cumpliendo con su propio postulado. Está dispuesto a pasar al frente para ocupar el lugar que dejó Mazzón porque está llegando "su" momento cerca de Cristina Fernández que lidera las encuestas presidenciales sin moverse y sin hablar.
Juan Perón tenía la idea que en la base este país es peronista, lo dejaba ver, por ejemplo, cuando hablaba de sus socios socialistas. Abelardo Ramos (histórico dirigente de la izquierda criolla argentina) siempre recordaba que Perón le decía que él no lo sabía, pero era peronista.
En este presente estamos viendo parte de la historia del peronismo de Mendoza y los dichos de Perón suenan como música de fondo de este escenario que montó el peronista Carlos Ciurca.