Hubo hechos repudiables en Francia, Italia e Inglaterra.
El racismo en el fútbol gana terreno en los estadios de Europa
La interrupción el viernes durante unos minutos del partido Dijon-Amiens (0-0) de la liga francesa por unos gritos racistas es el último episodio de una sucesión de incidentes similares que han tenido lugar recientemente en estadios de Europa, especialmente en Italia e Inglaterra.
"El racismo existe en los estadios de Francia, pero no se puede poner la situación en el mismo plano que en países del Este (de Europa) o que en Italia", considera el sociólogo Nicolas Hourcade, profesor de la Escuela Central de Lyon, a preguntas de la AFP.
"En Dijon, hemos visto que fue un hincha aislado, que pudo ser identificado y detenido. En otros países hay manifestaciones colectivas en las que toda una grada o una buena parte de ella puede hacer gritos de mono o gritar frases racistas", explica.
El viernes, después de 77 minutos de partido, el defensa y capitán del Amiens Prince Gouano, víctima de esos gritos racistas, comenzó a abandonar el terreno de juego.
"Se acabó, no juego más. Me llevo a mis compañeros, volvemos al vestuario", dijo entonces dirigiéndose a su banquillo.
El resto de jugadores, solidarios, pararon de jugar y algunos, entre ellos Gouano, fueron a hablar con aficionados. El árbitro Karim Abed pidió al speaker del estadio que transmitiera un mensaje, amenazando con parar definitivamente el partido si continuaban los gritos. El encuentro pudo reanudarse y finalizar con el empate sin goles.
"Gritos repugnantes"
La Liga de Fútbol Profesional francesa (LFP) anunció después que buscará responsabilidades judiciales y el Dijon también manifestó su intención de presentar una denuncia.
"Esos gritos repugnantes son contrarios a los valores transmitidos por el deporte. Insultan a nuestra República. Celebro la reacción rápida de la LFP. El racismo nunca tendrá su sitio en Francia", afirmó el ministro del Interior del país galo, Christophe Gastaner.
La interrupción de los partidos es una medida reclamada habitualmente por figuras dedicadas a la lucha contra las discriminaciones, como el ex internacional francés Lilian Thuram.
En enero de 2008, Thuram había hablado sobre ello con la AFP tras un incidente de su compatriota Blaise Matuidi en Cagliari, jugando con la Juventus.
"No se aborda el tema del racismo como se debería. ¿Por qué el árbitro no paró el partido, ¿por qué los jugadores blancos no salen del campo cuando insultan a Matuidi?", se preguntaba entonces el ex defensa del Barcelona.
"Si no hay un cuestionamiento de este asunto, seguirá igual en veinte años", avisaba. Italia, Cagliari y Matuidi fueron protagonistas de un nuevo incidente a principios de este mes.
El 2 de abril, durante la victoria de la Juve en Cerdeña, Matuidi sufrió de nuevo el racismo con gritos de mono, igual que el joven internacional italiano Moise Kean, divulgó la agencia Noticias Argentinas.
Italia, ¿un caso singular?
En lugar de denunciar la actuación de los aficionados que proferían los gritos, dirigentes del Cagliari prefirieron poner el acento en la celebración de Kean, que consideraron una provocación por permanencer inmóvil, silencioso y con los brazos abierto frente a la tribuna hostil.
Incluso Leonardo Bonucci, compañero de Kean en la Juve, estimó en un primer momento que "la culpa" estaba dividida "50-50%". Sus palabras generaron muchas reacciones y horas más tarde dio marcha atrás, admitiendo que había hablado "de manera demasiado apresurada" y condenando "cualquier forma de racismo".
Para el sociólogo Nicolas Hourcade, "Italia es un caso aparte por dos motivos: su historia política con la presencia de la extrema derecha y la organización de ciertos grupos de aficionados abiertamente fascistas, que pueden estar presentes en las gradas".
Pero en Inglaterra también hay numerosos incidentes que han tenido lugar en los últimos días, tanto en los grandes clubes como en divisiones inferiores.
El jueves, un día antes del incidente del Dijon-Amiens, el Liverpool y el Chelsea emitieron comunicados para condenar los cánticos racistas de varios aficionados de los Blues contra el goleador egipcio de los Reds, Mohamed Salah.
El Arsenal anunció por su parte el viernes que abría una investigación para identificar al aficionados que, en otro vídeo, hacía comentarios racistas contra el defensa franco-senegalés del Nápoles Kalidou Koulibaly, durante el partido del jueves entre ambos equipos en la ida de los cuartos de final de la Europa League.
En diciembre, el atacante del Manchester City Raheem Sterling recibió insultos en un partido contra el Chelsea, mientras que un hincha del Tottenham llegó a lanzar una cáscara de plátano en dirección al jugador gabonés del Arsenal Pierre-Emerick Aubameyang.
Uno de los grandes desafíos en los estadios es "identificar a los autores de esos actos para poder sancionarles, algo que a veces es difícil y que obliga a los trabajadores del estadio a estar vigilantes", insiste Nicolas Hourcade.