Un aliado de los primeros meses de crianza del bebé, sobre el cual rondan muchos mitos.
Chupete: ¿es mejor usarlo o no?
Cuando nos enteramos que viene un bebé en camino, lo primero que queremos es comprar todo lo que podamos para él o ella. Y en la lista, una de esas cosas es el chupete.
En el mercado hay muchísimos modelos: de príncipes y princesas, de animales, anatómicos, de colores, entre otros. Entonces, ¿cuál elegir?
Lo primero que hay que saber es que, si tu deseo es amamantar a tu bebé, no se recomienda la utilización de pezonera, tetina o chupete; al menos durante el primer mes de vida. Esto se debe a un síndrome llamado "confusión tetina-pezón".
La razón es que el recién nacido tiene dos modelos de succión: el del pezón (más profundo) y el del chupete/tetina/pezonera (más superficial). Cuando se instala esta confusión, el bebé succiona el pecho como succiona el chupete, lo cual provoca dolor al amamantar, una salida de leche insuficiente y posterior rechazo a la teta.
El chupete, un aliado.
Una vez que la lactancia se estableció, no hay problema en usarlo. Lo ideal sería que un odontopediatra recomiende el mejor tipo de chupete para la boca de cada bebé.
A pesar de esto, muchas familias igual deciden dárselo a sus hijos porque explican que de esa manera se calma y estaba "usando la teta de chupete". Esto no existe, pues si bien la succión los tranquiliza, el chupete se inventó para suplir la teta. Por ende, si en la teta se calman, no usan la teta de chupete. Usan la teta de teta.
Ante la duda, el médico deberá informar a los padres sobre el tipo de chupete adecuado para el bebé.
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