Los datos que jaquean al gobierno.
Por qué se devaluó la confianza en Macri
Tras una semana plagada de malas noticias en el plano económico, el Gobierno intentará dar señales para tratar de revertir la creciente desconfianza de los inversores y poner un freno a la suba del dólar, una variable clave para afrontar el período electoral.
La credibilidad en el presidente Mauricio Macri y su Gabinete está en jaque ante las evidentes problemáticas que se profundizan y golpean directamente a los sectores más vulnerables de la sociedad, algo que preocupa en la Casa Rosada.
Esa crisis de confianza llevó a que el dólar finalizara marzo con un incremento superior al 10 por ciento ante una firme demanda de divisas y una limitada oferta en la city porteña, en un ambiente de tensión y nerviosismo frente a rumores de todo tipo.
A pocos días de finalizar el mes, el billete llegó a superar los 45 pesos en algunas entidades financieras, hecho que prendió las luces de alerta en el Banco Central que, con poco margen de maniobra, dispuso medidas para volver más atractivas las tasas de los plazos fijos e incentivar las inversiones en pesos. .
En ese complejo escenario y con la intención de dar una muestra de independencia de la autoridad monetaria, el Gobierno envió al Congreso un proyecto para reformar la Carta Orgánica.
La iniciativa dada a conocer por Hacienda propone eliminar la posibilidad de financiar al Tesoro y de utilizar reservas del Banco Central para pagar deuda dada su estrategia de mostrar "reglas claras" en el rol del organismo que en la actualidad está a cargo de Guido Sandleris.
Los volantazos de las últimas horas no lograron quitar la atención de la inflación galopante, la caída de la actividad económica y el crecimiento de la pobreza, el indicador que el propio Macri puso como variable para evaluar su gestión.
Es que el INDEC reveló cifras preocupantes de pobreza e indicó que a fines de 2018 trepó al 32% de la población.
Uno de los datos más duros se vinculó con el crecimiento de ese flagelo en el Conurbano, en donde saltó del 29,5% a 35,9% entre 2017 y 2018, mientras que la mayor tasa la tuvo Corrientes con un 49,3%.
Factores como la devaluación del primer trimestre y el firme ritmo de la inflación, impulsada en parte por el Gobierno mediante la suba de tarifas, indican que la pobreza continuará en un camino ascendente.
Lo cierto es que el fuerte incremento del tipo de cambio se trasladará a los precios y la canasta básica para los hogares tendrá un nuevo ajuste, mientras los salarios continúan atrasados.
El salto del dólar ya impactó en el precio de los combustibles y ello también tendrá un efecto en el costo de los alimentos, lo cual empeorará los indicadores de variables sociales.
La ausencia de un plan económico por parte del Gobierno provoca, por una parte, la imposibilidad de poder adelantarse a los hechos y, por otra, produce incertidumbre respecto del rumbo de la Argentina.
Si la administración de Macri no logra tomar el control de la grave situación, la tensión cambiaria podría ser aún más grave y llegar de ese modo a las elecciones podría hasta anular la continuidad de Cambiemos en la Casa Rosada.
(*) NA, Especial para Mendoza Post