El pontífice reformuló su frase.
El papa Francisco pidió perdón por advertir sobre el feminismo radical
El papa Francisco dijo este domingo haberse equivocado cuando afirmó que "todo feminismo termina siendo un machismo con faldas" y señaló que la "frase justa" que debería haber pronunciado es "todo feminismo puede correr el riesgo de transformarse en un machismo con faldas".
"Me equivoqué", dijo el Papa durante una entrevista en el programa "Salvados" de la cadena española de televisión La Sexta, reportó EFE.
"Fue una frase dicha en un momento de mucha intensidad cuando estaba escuchando el testimonio de una mujer que iba en la línea que yo quería y me fui al feminismo un poco más de protesta", dijo Francisco.
El pontífice se refirió a su afirmación del pasado 22 de febrero tras escuchar en la cumbre sobre pederastia a la experta en Derecho Canónico Linda Ghisoni, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, que fue la primera mujer en hablar en esa reunión de jerarcas de la Iglesia que se celebra en el Vaticano.
Francisco manifestó entonces que "Invitar a hablar a una mujer no es entrar en la modalidad de un feminismo eclesiástico, porque a fin de cuentas todo feminismo termina siendo un machismo con faldas".
"Lo que no hemos logrado todavía es darnos cuenta de que la figura de la mujer va más allá de la funcionalidad: la Iglesia no puede ser Iglesia sin la mujer porque la Iglesia es mujer, es femenina, es la Iglesia, no el Iglesia", destacó Francisco.
Y agregó: "Todos estamos al servicio pero parece que a las mujeres, además del servicio, les está reservada la servidumbre, y eso no esta bien, es triste", según publicó la agencia Télam.
También se refirió a la trata al señalar que "una cosa es una mujer que quiere ejercer la prostitución porque le gusta o porque hace una opción libre para ganar dinero, pero otra son las chicas esclavas, la esclavitud de las chicas es un terror", expuso.
Cuando le pidieron su opinión acerca de la prostitución, Francisco respondió que él respeta "a toda persona" porque "cada uno es señor de sus decisiones".
Y aunque dijo que "entendería" la "desesperación" de una chica que quedó embarazada en una violación y por eso quisiera abortar, el Papa sostuvo que "no es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema" ni tampoco "alquilar a un sicario" para hacerlo.