El exgobernador de Mendoza estuvo en las reuniones que se mantuvieron en Chile. Hoy viaja Macri y promete mayores acciones ofensivas con Venezuela.
Bordón, en las negociaciones de la creación del Prosur
Los retazos del legado de Hugo Chávez, Evo Morales y Néstor Kirchner, arquitectos de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), se enfrentarán este viernes con la posición política de Jair Bolsonaro, Mauricio Macri e Iván Duque, que avalan la creación del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), un organismo multilateral que pretende defender la integración regional, escapar a los liderazgos hegemónicos y promover la democracia real en el Cono Sur.
El memo que se discutirá hoy en el Palacio de la Moneda fue consensuado por los representantes diplomáticos de los diez países invitados por Piñera. Por Argentina participaron el embajador José Octavio Bordón y el Subsecretario de Asuntos de América, Leopoldo Sahores, que tenía línea abierta con el canciller Jorge Faurie, quien estaba en Buenos Aires liderando una reunión clave de la ONU.
En este contexto, si no hay cambios en la agenda regional, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Paraguay, estarán dispuestos a avalar la eventual creación del Foro Prosur. Mientras que Bolivia, Surinam y Uruguay no firmarán el documento liminar que instará a los cancilleres a iniciar una ronda rápida de negociaciones para crear el Prosur antes que concluya 2019.
"Unasur ya murió, de manera literal, y el Prosur es un foro que servirá para evitar que lleguemos a Venezuela", dijo Bolsonaro a los periodistas cuando arribó a Santiago de Chile.
El entierro del Unasur y la eventual creación del Prosur es un nuevo capítulo de la disputa ideológica regional a través de la diplomacia multilateral. Cuando Chávez, Morales y el matrimonio Kirchner imponían la agenda de América Latina, el Unasur funcionaba como una entidad costosísima que aceitaba las relaciones con Cuba, Rusia, Irán y China. Chávez con su petróleo financiaba al Unasur, que actuaba como una línea de defensa multilateral y dialéctica frente a los planes de Estados Unidos.
Piñera y Duque son los ideólogos del Prosur, y a continuación se sumaron Macri y Mario Abdo Benítez, presidente del Paraguay. Hasta la semana pasada, Brasil tuvo una posición equidistante, que se movió hacia el aval del Prosur después de la visita que protagonizó Bolsonaro a Washington. Trump recibió con honores al presidente brasileño y ya no hay dudas sobre la alianza estratégica entre DC y Brasilia.
A la negociación para crear el Prosur, Chile cursó invitaciones a la Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú Surinam y Uruguay. Estaba previsto que concurriera Juan Guaidó, pero Piñera actuó con cautela diplomática y congeló la invitación del presidente interino de Venezuela.
Si Guaidó llegaba la Cumbre del Prosur, Uruguay, Bolivia y Surinam ni siquiera hubieran enviado representantes a Santiago de Chile. Y esa situación hubieran convertido en un cadáver diplomático a las aspiración geopolítica de enterrar la Unasur y crear un modelo alternativo que contenga a todas las perspectivas regionales.
Con distintos matices, Bolivia, Surinam y Uruguay consideran un error sepultar a la Unasur, creen que el Prosur será una nueva herramienta diplomática para acorralar a Nicolás Maduro, y sostienen que en la región ya hay suficientes órganos multilaterales para tratar los asuntos del Cono Sur. Por estos argumentos, hoy no estarán Morales (Bolivia), Dési Bouterse (Surinam) y Tabaré Vázquez (Uruguay) en la Cumbre de Santiago de Chile.