Las pericias determinaron que se disparó con un arma calibre 38 en la sien derecha.
La autopsia al perito de Nisman, Osvaldo Raffo, indicaría un suicidio
El médico forense Osvaldo Raffo murió de un único disparo que entró por su sien derecha y salió por el lado izquierdo de la cabeza con un revólver calibre .38 Special que sostenía en su mano derecha, según reveló la autopsia que, junto al análisis de las primeras evidencias halladas en el lugar del hecho, robustecen la hipótesis de un suicidio.
La autopsia a Raffo se realizó ayer por la tarde en la morgue policial del departamento judicial San Martín que funciona en el hospital Ramón Carrillo de Ciudadela y la conclusión, según el informe preliminar al que tuvo acceso Télam, fue que murió por un "traumatismo grave de cráneo por herida de arma de fuego".
Los médicos establecieron que el proyectil entró por la región temporal derecha (altura de la sien) y salió por el temporal izquierdo, produciendo "estallido de cráneo y laceraciones cerebrales".
Según las fuentes, en el sitio de entrada del proyectil se detectó lo que en medicina legal se llama "golpe de mina de Hoffmann", es decir, cuando el orificio tiene un borde estrellado y separado del hueso.
"Es un signo de que hubo proximidad y contacto firme del arma con el cuero cabelludo al momento de producirse un disparo", dijo a Télam una fuente de la investigación.
Las fuentes agregaron que en relación a la data de muerte, los forenses la estimaron entre las 8 y las 9 del domingo, algo que coincide con el horario de las "8:35" que figura en la nota suicida dirigida al juez que fue hallada en la cocina y estaba firmada por Raffo y con su sello profesional.
Respecto al análisis del lugar del hecho, los peritos encontraron en la mano derecha de Raffo, quien yacía acostado boca arriba en la bañera de su baño, un revólver calibre .38 Special marca Colt modelo "Detective".
Dentro del tambor de ese revólver, que carga seis proyectiles, los peritos encontraron cinco balas intactas y una percutada.
Para confirmar si Raffo fue autor del tiro que le causó la muerte, los peritos tomaron además muestras de sus dos manos para hacer la pericia del barrido electrónico que detecta los residuos que quedan de la deflagración de un disparo.