Sporting Cristal no es el equipo más popular de Perú pero su predio y su estadio están asentados en una de las zonas más necesitadas de Lima.
El rival del Tomba, un club que nace desde la humildad
El agite de Lima se entiende con sus once millones de habitantes. El caos de su tránsito te envuelve en un ritmo frenético y cuando te quisiste dar cuenta llevas parado en la misma cuadra varios minutos.
En una punta Los Barrancos y Miraflores se discuten quién gobierna la zona más ostentosa de la capital de Perú. En el costado opuesto se erige Rímac, que quedó relegado de la gran ciudad por el río del mismo nombre. Desde allí nacen las mayores necesidades y también el Club Sporting Cristal, que lleva el nombre de una de las cervezas más populares de la región.
Éste será el equipo al cual enfrentará Godoy Cruz este martes por la segunda fecha del Grupo C de la Copa Libertadores. La Máquina Celeste tiene 65 años, es una Sociedad Anónima y además es el actual campeón peruano. En el torneo 2019 lidera la tabla aunque en la competencia internacional debutó con una derrota en Chile 5 a 4 ante Universidad Concepción.
No es el equipo popular de esta ciudad, pero si arrastra mucha gente unida no solo por la pasión, si no también por la humildad, en un barrio donde las moto-taxis llevan hasta cinco personas donde en realidad cabe una sola.
Cristal, dirigido por el argentino Claudio Vivas, jugará ante el Tomba en el Estadio Nacional de Lima, con capacidad para 45 mil espectadores. Se esperan unos 20 mil hinchas del local, que cuenta con su estadio propio (el Alberto Gallardo) y con un predio fantástico en donde el primer equipo entrena, almuerza, cena, concentra y atiende a la prensa. Todo en la olvidada región de Rímac, donde el llano se acabó y las construcciones continuaron en los cerros, cuan favela brasilera.