La fiesta que se desplegó en el aeropuerto de El Plumerillo dejó ver al intendente de Las Heras como a uno de los protagonistas que asomaron para que la Vendimia no tuviera sobresaltos.
La primera cosecha de Orozco
"Estamos felices de participar en este evento que debe ser único en el mundo" dijo el intendente lasherino Daniel Orozco, en medio de la noche de la Fiesta de la Cosecha en sus dominios norteños.
El médico gerontólogo radical y cobista, está pasando por un momento trascendente para su corta carrera como referente en la otrora "capital del peronismo", como se le reconocía a Las Heras.
Lo concreto es que en esta edición de la Fiesta de la Cosecha por primera vez el municipio norteño participó como organizador del gran evento musical que se realiza en los viñedos Malbec del aeropuerto. Lo hizo junto al Fondo Vitivinícola.
Daniel Orozco el anfitrión, junto al candidato a gobernador oficialista, Rody Suarez
Este espectáculo de ensamble musical que tiene como eje a la plástica y dúctil Orquesta Filarmónica de Mendoza, ya lleva 17 años consecutivos.
La particularidad de esta edición que se realizó en la noche del miércoles 6, fue la crisis que atravesamos todos en esta Argentina gobernaba por Mauricio Macri.
Esta coyuntura de recesión generalizada hizo peligrar a la celebración, cuya característica más sobresaliente es la cosecha misma de las uvas de los viñedos cultivados a la vera de la pista aérea.
Detalle de la Orquesta Filarmónica, el gran soporte del show vendimial en Las Heras.
Los costos de semejante evento donde este año brilló el cantautor rionegrino Lisandro Aristimuño, siempre conspiran con los propósitos de los impulsores del show ya tradicional. Pero esa vez fue más fuerte este condicionamiento, a tal punto que la cita espectacular estuvo a punto de fracasar.
Lisandro Aristimuño en plena acción junto a la Filarmónica.
De acuerdo a lo que se deslizó en la noche lasherina, entre los intendentes y bodegueros, son 8 los millones de pesos que cuesta la Fiesta de la Cosecha.
"La fiesta casi no se hace, y tanto, que se tuvo que preparar todo en un mes lo que en realidad demanda tres meses de trabajo", estimó una fuente cuando consultamos sobre este aspecto.
Entonces, en medio de estas gestiones aparecieron el Estado provincial y municipal, y coparticiparon la inversión para costear el evento. Así la Secretaría de Cultura provincial con Diego Gareca y Las Heras con Orozco, cobraron el protagonismo que se notó en los momentos previos a escuchar a los artistas convocados por el Fondo Vitívínicola de Mendoza, la entidad que engendró la celebración en 2002.
Y en ese contexto la figura del intendente cobró altura política y apostó fuerte a la fiesta aportando el soporte técnico para el espectáculo. Con esto logró cosechar dividendos políticos en el último empujón para su renovada candidatura.
Orozco junto a Diego Gareca, los dos funcionarios que prevalecieron en la fiesta cosechera.
De hecho la presentación de la fiesta se produjo por primera vez en territorio norteño, en el emblemático Campo Histórico de El Plumerillo, donde se transparentó la sociedad estatal y privada para llevar adelante el show con Aristimuño como principal atracción.
Exultante, el jefe distrital se movió como anfitrión entre sus pares y funcionarios provinciales y pasadas las 21 del miércoles vendimial recibió a Alfredo Cornejo.
Orozco recibe a Alfredo Cornejo en el predio de El Plumerillo.
Ese saludo fue un instante pero cerró un capítulo importante para el intendente. Se producía el espacio político que lo ubicaba como el referente territorial de la campaña oficial hacia las elecciones provinciales y comunales.
La alegría es lasherina
Con ese ánimo, Orozco se sintió en el centro de la escena y sólo decantó en su proyecto electoral cuando le adelantó al Post esta descriptiva imagen:
"Las obras van a continuar porque es parte de la política y tenemos un programa con cara social", advirtió para mostrar el eje de su libreto de campaña, que estará enfocada a las históricas necesidades básicas insatisfechas de buena parte de la vecindad lasherina.
"Ahora vamos con el rostro de la justicia social, porque Las Heras lo necesita. Tenemos 28 asentamientos a los cuales tenemos que dar respuesta", encendió el concepto, como foco que ilumina su proyecto político.
Dijo que tiene que realizar en el futuro "una planta recicladora y un horno de ladrillos" como obras con esa cara social.
Momento previo al inicio de la Fiesta de Cosecha, Orozco en primera línea con los referentes bodegueros y Alfredo Cornejo.
Orozco es un bicho raro en esta escenografía política dispersa. Mantiene la figura de alguien que aparece como un emergente de la política actual, cuando está por terminar su primer mandato como intendente. Su inspirador y jefe político Julio Cobos (no se lo vio en El Plumerillo), debe haber sonreído satisfecho al conocer que la gran fiesta que peligraba se realizó gracias a la participación de su último "invento" político llamado Orozco, al que ya conozco.
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