Así lo aseguró el presidente de la Conferencia Episcopal alemana arzobispo de Munich y Frisinga.
La Iglesia alemana admite haber destruído pruebas de curas abusadores
La Iglesia alemana destruyó pruebas contra sacerdotes que abusaron de niños, admitió hoy el presidente de la Conferencia Episcopal alemana arzobispo de Munich y Frisinga, el cardenal Reinhard Marx, durante la cumbre de obispos contra la pederastia que se celebra en el Vaticano.
"Los archivos que hubieran podido documentar estos actos terribles e indicar el nombre de los responsables fueron destruidos o incluso no se llegaron a crear", aseguró Marx durante su intervención en la tercera jornada de la cumbre que desde el jueves y hasta mañana reúne a 190 jerarcas de la Iglesia Católica convocados por el Papa.
"El abuso sexual de niños y jóvenes se debe, en una parte no insignificante, al abuso de poder de la administración", sostuvo el obispo alemán en declaraciones citadas por la agencia DPA.
Marx agregó que no cree que lo ocurrido en Alemania sea "un caso aislado".
En el mismo sentido opinó el arzobispo de Chicago, el cardenal Blaise Cupich, quien llamó a cancelar el secreto pontificio, uno de los principales reclamos de las víctimas de abuso eclesiástico.
"Muchos de estos procedimientos se han ocultado bajo el lema de la confidencialidad, pero esto ya no es válido. No necesitamos esta institución tan antigua como la del secreto pontificio", señaló Cupich en la rueda de prensa sobre los avances de los trabajos del tercer día de la cumbre antipederastia.
Para el derecho canónico, el secreto pontificio impone la imposibilidad de compartir las denuncias extrajudiciarias de delitos contra la fe y las costumbres, y de delitos perpetrados contra el sacramento de la penitencia.