Cómo un hombre pasó de la pobreza extrema al poder absoluto en el mundo narco.
¿Quién es "El Chapo" Guzmán, el capo narco más temido de México?
Joaquín Archivaldo "El Chapo" Guzmán Loera, el hombre que supo ser uno de los capos más temidos en la guerra de cárteles del narcotráfico en México y uno de los criminales escurridizos para las fuerzas de seguridad de su país y Estados Unidos, fue condenado en Nueva York como el máximo líder del violento y poderoso Cartel de Sinaloa.
El Chapo, de 61 años, el temido líder que ganó ese apodo por su baja estatura cuando recién daba sus primeros pasos en el mundo del narcotráfico, creció en una familia pobre en un rancho en Sinaloa, uno de los estados que hoy sigue siendo uno de los más pobres del país.
Por generaciones los agricultores de Sinaloa cultivaron marihuana y opio porque era lo que único que les generaba suficiente ganancias para sobrevivir, y durante generaciones los niños ayudaron en las cosechas después de la escuela. Por eso, El Chapo se inició en estos cultivos casi de manera natural a los 15 años.
Fue recién cuando se convirtió en uno de los hombres de confianza de Miguel Ángel Félix-Gallardo, alias El Padrino, el fundador del primer Cártel de Guadalajara, que ingresó a las ligas mayores del mundo criminal mexicano.
El Chapo abandonó la escuela primaria, pero su ambición e inteligencia le permitió diseñar una exitosa estrategia para transportar cocaína y marihuana desde Colombia a Estados Unidos en aviones, que luego volvían a México repletos de dólares.
Tras la detención en 1989 de su mentor y jefe, El Chapo se lanza a ganarse un espacio propio en el mapa mexicano del narcotráfico. Creó el Cártel de Sinaloa y a fuerza de asesinatos, masacres, atentados, amenazas y de inventar un sistema de transporte directo de la droga desde México a Estados Unidos se ganó un lugar protagónico en una de las industrias más rentables del país.
El jurado popular que lo condenó en Nueva York concluyó que fue responsable por el envío de más de 200 toneladas de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana.
A lo largo de su ascenso al poder, El Chapo no solo se convirtió en una figura temida por sus rivales e imposible de arrestar para la policía, sino también en un protector y benefactor de los sectores más pobres de Sinaloa, un aura que se vio reflejada en decenas de canciones populares. Nada opacó su poderío, ni las historias sobre abusos sexuales a menores de edades o cruentos asesinatos, ni sus estadías tras las rejas.
El Chapo fue detenido por primera vez en 1993 y condenado a 20 años de prisión. Durante ocho años, manejó sus negocios casi sin limitaciones desde la cárcel y en enero de 2001 decidió escapar en un camión de lavandería. La corrupción en las fuerzas de seguridad y las voluntades compradas del capo narco se hicieron evidentes.
Hasta 2014, cuando lo volvieron a detener, se convirtió en un fantasma, una fuente inagotable de rumores que dejaba una y otra vez en ridículo a las fuerzas de seguridad mexicanas y, por extensión, a sus aliados estadounidenses.
La situación fue aún peor cuando logró escaparse por segunda vez de la cárcel en 2015, a través de un túnel que conectaba el exterior con su propia celda.
Su imagen de inalcanzable y superpoderoso terminó poco después cuando fue arrestado por tercera vez y extraditado en enero de 2017 a Estados Unidos, donde lo esperaba una detención bajo las máximas condiciones de seguridad y un largo, tenso y mediático juicio en Manhattan, que se volvió un dolor de cabeza para aliados y rivales mencionados en relación a todo tipo de crímenes, incluso ex presidentes mexicanos.