El hermano de las víctimas aseguró que no guardan odio contra GIl Pereg, al que describió como "un hijo con una enfermedad terminal, una persona que ha perdido la cabeza".
La despedida de la familia a las hermanas israelíes asesinadas
Los restos de las hermanas israelís asesinadas en Mendoza, Phyria Saroussy y Lily Pereg, fueron enviados a su país natal. Durante la noche del martes, en la ciudad de Rehovot, en la zona central de Israel, sus familiares organizaron el funeral para darles el último adiós.
El hermano de las víctimas, Moshe Pereg, realizó un emotivo discurso de despedido, en el cual expresó su dolor, pero a la vez motivó a su familia a seguir adelante a pesar de todo. El hombre recordó con cariño a sus hermanas, y expresó que "sus cuerpos yacen aquí frente a nosotros, en silencio, en completo contraste con la energía que irradiaban aún estando vivas. Pyrhia y Lily eran mujeres independientes, de opinión, amantes de los libros y los viajes. Ambas tenían una sonrisa abrumadora", relató, según consignó La Nación.
"Su último viaje fue para ayudar a un hijo con una enfermedad mental, un hijo que le causó tanto dolor, un hijo que mató su vida. Uno no puede entender las acciones de una persona que ha perdido la cabeza. Tampoco traemos odio en nuestras almas para su asesino. Tal odio, que no tiene ningún propósito, solo contaminaría nuestras almas y no beneficiaría a nadie", expresó, refiriéndose a Gil Pereg, único sospechoso y detenido por el crimen.
Mientras tanto, el acusado de 37 años está imputado por "Homicidio agravado por el vínculo" en perjuicio por su madre, en concurso real con el "homicidio simple agravado por el uso de armas de fuego" en perjuicio de su tía.
Moshe Pereg finalizó su discurso pidiendo perdón: "Perdónanos si no entendimos a tiempo lo que pudo haber sucedido, lo que sí ocurrió, y no impidió el último viaje. Que la memoria de Pyrhia y Lily esté viva para siempre", concluyó.