La mujer contó a Mendoza Post por qué decidió escribirlo.No quiere billetes que "salgan de las tetas". Video
El llamativo cartel de un minimarket mendocino que hace furor
Apenas se ingresa al quiosco del Paseo La Alameda uno no le presta demasiada atención al cartel que está pegado sobre uno los vidrios del mostrador. Puede ser uno más de los tantos carteles que pegan sus dueños.
Sin embargo, el mismo cartel se repite unos metros hacia dentro y, a la altura de los ojos, es imposible obviarlo:
"No se acepta dinero de las tetas (no sea cochina)".
Los clientes no paran de ingresar. Por lo bajo, se sonríen con las palabras. "¿Por qué será?", se pregunta un hombre que escuchó nuestras consultas mientras pedía una cerveza. Se quedó pensando mientras le destapaban la botella. "¡Ahhhh, ya sé! La explicación es re fácil. Si querés te digo", agregó, en clara alusión a que el negocio está en la "zona roja" de Ciudad, donde prostitutas ofrecen sus servicios y luego comprar con el dinero recaudado.
Será Matilde, la dueña del local, quien cuente la historia del cartel. "La situación se repetía varias veces al día y nos resultaba muy desagradable. ¡Que te den dinero de esa situación tan fea! Es horrible!", le dijo al Post.
"Mi hijo un día se cansó y lo escribió. Fui y le saqué fotocopias. Ya no sé podía aguantar", contó. La idea se le ocurrió hace dos años porque le sucedía varias veces por jornada, pero recién la materializaron hace veinte días, a pesar que "las señoras se ofenden y se han ido muy enojadas".
Fernando y su hija posan con uno de los carteles.
Matilde tiene el quiosco desde hace doce años en Remedios de Escalada entre Urquiza y Alberdi de Ciudad, a metros del Centro Islámico Árabe de Mendoza.
Matilde atiende a los clientes.
Menciona que las barbaridades vividas con los billetes sacados desde las partes íntimas salían "hechos agua" por la transpiración y ya no podían tolerar esa situación. "Parece gracioso el cartel, pero no es un chiste, es verdad. Tuvimos que ponerlo así para que lo lean y se hagan una idea de lo que es", determinó.
"Las señoras se ofenden", dijo la dueña del local.
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