Habrá un allanamiento con maquinarias y un medidor de densidad del terreno, en el predio del detenido. Fue positivo el ADN y la sangre hallada sería de las dos desaparecidas.
La sangre es la prueba clave en el caso de las israelíes
Los rastros de sangre hallados en el predio en el que vive el ahora detenido Nicolás Gil Pereg (36), hijo y sobrino de las hermanas israelíes desaparecidas el sábado 12, se habrían convertido en la prueba clave que determinó la detención del militar e ingeniero israelí, ahora sí; confirmado como el principal sospecho de la desaparición y muy probablemente de la muerte de su madre Phyria Sarusi (64) y de su tía Lily Pereg (63).
Gil Pereg fue detenido en la tarde del viernes, después de las 16:00, en el predio que el excéntrico israelí radicado en Mendoza desde 2007 ocupa en la calle Julio Roca, a un costado del cementerio municipal. Lo trasladaron a la comisaría 9. Aún no se han dado a conocer los motivos de la imputación, pero es claro que están relacionados con el crimen.
Una fuente reveló al POST que la prueba clave habría sido un análisis positivo en manchas hemáticas que la Policía Científica levantó en la casa de Gil Pereg, y que -en principio- nadie confirmó si era humana. De hecho, no se descartaba que esos restos orgánicos pudiesen haber pertenecido a alguno de los numerosos gatos muertos, apilados en una parrilla y en un pallet, que los sorprendidos investigadores hallaron en la casa de Pereg. "El ADN dio bien... sería de ellas" dijo la fuente. "Está relacionado con la sangre, pero no puedo decir palabra..." aseguró otro más tarde. No hubo confirmación oficial. No la habrá hasta hoy después de las 9:00 de la mañana, cuando la fiscal Claudia Ríos aplique la acusación contra Gil Pereg. Si se trata de un doble crimen, la pena será de prisión perpetua luego de un juicio.
Anoche, en la fiscalía terminaban de preparar todo para la imputación de Pereg, que será trasladado al lugar para que le acusen formalmente. Le imputarían los dos asesinatos, agravados por el vínculo familiar. "La acusación será importante" confesó un informante.
Ayer, luego de la detención de Pereg, trascendió que hoy sábado y domingo serán días de búsqueda, esta vez con maquinaria importante, en el terreno de Gil Pereg. El dato fue confirmado por fuentes del caso. La fiscal Claudia Ríos habría pedido el allanamiento, que habría sido autorizado por el juez David Mangiafico. También utilizarán en este procedimiento un equipo que mide la densidad del terreno, y que sirve para determinar si fue recientemente removido. Ese material para investigación científica llegará el lunes desde Buenos Aires. Antes de ponerse a cavar, habrá medidas previas para preparar el terreno, como retirar animales. Ayer había cuatro perros atados en el terreno de Gil Pereg. Van a dar vuelta hasta el último gramo de tierra. Esta vez, los investigadores tienen el convencimiento de que habrá hallazgos importantes, más allá del indicio de la sangre que alcanzó para imputar al detenido, hijo y sobrino de las israelíes.
El predio, de 6.000 m2, fue revisado con minuciosidad el fin de semana pasado, en allanamientos ordenados por la fiscal Ríos los días viernes y sábado. Pero de esa revisión no surgió que los cadáveres pudiesen haber sido enterrados allí. Como dato adicional, se supo además que Gil Pereg estaba preparado para salir del país en cuestión de horas.
La investigación tuvo vaivenes desde que desaparecieron las mujeres, vistas por última vez el sábado 12 de enero, hace hoy dos semanas.
Desde el principio la justicia puso los ojos sobre Gil Pereg. Sus excentricidades, su compra "al por mayor" de armas y municiones, sus condiciones de vida extrañas, los gatos y perros muertos hallados en su propiedad, su condición de militar, su alto coeficiente intelectual; lo colocaron como sospechoso preferido. Para todo tuvo una respuesta. Incluso para la friolera de cheques sin fondos por 9 millones de pesos, que fueron emitidos por tres de sus cinco empresas, supuestamente dedicadas a distintos rubros de la construcción y el transporte. Sus relatos fueron coherentes y precisos, hasta el momento en que las dos mujeres entraron a su predio y fueron captadas por la cámara de seguridad del cementerio. Se habló también de un probable secuestro. Lo hizo el propio Gil Pereg, y un hermano de las mujeres llegado desde Israel, Moshe Pereg.
La fiscal Ríos intentó no "cerrarse" además en la posibilidad de un único culpable, a inicios de esta semana. Por eso hubo una recompensa de 300.000 pesos para quien aportase un dato útil. Sin embargo, ayer mismo, entró un llamado al 911 alertando sobre la presencia de ambas mujeres desaparecidas, en Catamarca. Las veían en todos lados. Pero finalmente una prueba científica habría vuelto el caso a su cauce original: el hijo y sobrino, sospechoso de la desaparición y muerte de ambas mujeres, habría sido el autor de un doble crimen. Gil Pereg había sido el último en verlas, el que denunció la desaparición, el que las fue a buscar. Y luego, aparecía como una "víctima" ante los medios. Pero nunca pudo acreditar que las mujeres habían dejado su predio, ni abordado un colectivo en la noche del sábado 12 desde Buena Nueva hasta el centro. Las cámaras del cementerio tampoco registraron su salida, aunque hay un "punto ciego" de 30 metros, explicó un investigador, en el que no se veía el portón de la propiedad.
El relato presentaba inconsistencias. ¿Qué hicieron, por ejemplo, dos mujeres mayores, del primer mundo, una bióloga y la otra funcionaria, más de doce horas de un sábado en un lugar que no tiene comodidades, sillas para sentarse, ni baños, ni agua potable? Muy probablemente, nunca habrían salido.
Se sabrá en las próximas horas.