Fueron 46 documentos emitidos por tres de las cinco empresas en la que Nicolás Gil Pereg, el hijo de una de las desaparecidas, es director. Crecen las sospechas.
El hijo y sobrino de las israelíes libró 9 millones de pesos en cheques sin fondos
En apenas cien días, desde el 31 de agosto hasta el 20 de diciembre del año pasado, Nicolás Gil Pereg (46), hijo y sobrino de las hermanas israelíes desaparecidas en Mendoza el sábado 12 de enero por la noche, liberó 46 cheques sin fondos con tres de sus cinco empresas por un total de 9.287.945,54 pesos. Los documentos de pago pertenecen a una sola entidad. Gil Pereg tampoco pagó las multas por esos cheques impagos. El primero de los 46 cheques tenía orden de pago para el 31 de agosto, y el último, el 20 de diciembre. Además, otros tres cheques por poco más de 391.000 pesos sí fueron pagados. La deuda del hombre señalado por todos, pero que no alcanza la categoría de sospechoso, fue uno de los datos centrales en el inicio de la semana, la segunda de investigación por la desaparición de las dos hermanas. Una de ellas, funcionaria de un ente recaudador israelí, y la otra, bióloga. Además, ayer, la fiscal Claudia Ríos tomó declaraciones testimoniales casi hasta medianoche.
La pesada deuda de Gil Pereg, más de nueve millones de pesos, agrega más dudas a un caso de por sí complejo, a diez días ya de la desaparición de las dos ciudadanas israelíes Lily Pereg (64), madre de Nicolás, y su hermana Phyria Sarusi (63). No ha trascendido, de momento, en favor de quién fueron emitidos esos cheques. Sí se sabe que pertenecen a tres chequeras del Banco Nación.
Ambas hermanas se encontraron con Nicolás el viernes 11 de enero por la noche en el lugar en el que vive, en Buena Nueva, Guaymallén, a un costado del cementerio municipal, y luego desaparecieron como si se las hubiese tragado la tierra. Según Nicolás se fueron con una tarjeta Redbus e instrucciones para tomar un colectivo del Grupo 100 (Línea 20), con destino al centro de Mendoza. Pero ello no pudo ser probado aún.
Nicolás Gil Pereg es un personaje extraño. Tal vez, por eso la mirada de la justicia, los medios, y el público se posa sobre él. Es un sospechoso ideal. Ha comprado miles de balas 9 mm, cal. 38 y cal. 22 utilizando ciertos resquicios de la ley, lo que llamó la atención del Ministerio de Seguridad tiempo atrás. Sus abultadas compras de municiones fueron el puntapié inicial para la ley de ADN balístico aprobada el año pasado.
Gil Pereg, de 36 años, es un experto en el manejo de armas, tuvo una instrucción militar exigente, y en la justicia lo definen como una "persona muy inteligente, de alto coeficiente intelectual", graduado además en ingeniería física en su país. No está claro por qué reside en la Argentina, y particularmente en Mendoza, desde 2007. Sus apariciones en los medios han sido extrañas. Ayer, en un castellano dificultoso, dijo que se iría de la Argentina y que su familia nunca volvería a pisar este país. "Prefiero vivir en África, con todas las enfermedades que hay..." dijo. Titular de más de 40 armas y comprador de miles de municiones, en el domicilio de la calle Roca, en Buena Nueva, sólo había cuatro armas de fuego. Nadie sabe qué hizo con las balas. Consultas al Tiro Federal permitieron establecer que no hace tiro deportivo, y no hay datos que permitan establecer si se dedica a la caza.
Estos aspectos llamativos de su personalidad no le convierten en sospechoso. Pero es un claro candidato a serlo, en cuanto la fiscal Claudia Ríos consiga elementos que le permitan por lo menos imputarle un delito relacionado a la desaparición de la madre y la tía del por ahora, único testigo del caso porque fue el último en verlas con vida. Sin embargo, en el predio en el que vive y que puso a la venta ante las cámaras de los canales locales ayer "es una buena oportunidad... lo vendo barato" dijo, quienes participaron de los allanamientos, y antes, en una inspección, habían encontrado gatos muertos sobre una parrilla y un pallet; varios gatos vivos, y abundante dinero en efectivo. 45.000 dólares y euros por un total -al cambio vigente- de unos tres millones de pesos. Gil Pereg dijo que ese dinero se lo había enviado su madre. Y en apariencia, habría mostrado comprobantes.
Sus condiciones de vida son de carencias extremas, a pesar del dinero que maneja. Duerme en la tierra, no tiene agua potable en el predio en el que vive, y en cada lugar en el que hizo trámites, los funcionarios que hablaron con él y le trataron, observaron su extrema suciedad, o que andaba "descalzo o con sandalias en invierno".
Nicolás Gil Pereg es director de cinco empresas en Mendoza, que comparte con ella. Con tres de las firmas emitió los cheques sin fondos. Zoran Americana sería la principal. La inscribió en 2014, para venta de maderas y materiales de construcción, pero también para movimiento de suelos, zanjeos, y preparación de terrenos para obras. 20 de los 46 cheques emitidos sin fondos por el hijo de una de las desaparecidas, pertenecen a esta firma. También creó Captain Otis SA (alquiler de equipos y herramientas de construcción, entre otras actividades), y Solmyr Latinoamericana SA (manipulación de cargas terrestres, incluso ferroviarias). Las tres conforman el "paquete" de emisoras de cheques sin pagar. Todos habrían sido emitidos desde cuentas del Banco Nación, según se supo extraoficialmente.
El perfil de Nicolás (nombre que adoptó al llegar a la Argentina) Gil Pereg es extraño. Pero en la Argentina pasan estas cosas. ¿En cuántos países serios, un ciudadano extranjero puede generar cinco empresas sin actividad aparente, emitir cheques sin fondos por sumas millonarias, y comprar armas y miles de municiones, sin levantar las sospechas de nadie?
Sin embargo, y al menos respecto de la desaparición de su madre y su tía, a Gil Pereg no han podido hallarle fisuras en su testimonio, salvo una: no hay modo de comprobar que -efectivamente- ambas mujeres se fueron de su residencia frente al cementerio de Guaymallén, entre la noche del viernes 11 y la madrugada del sábado 12. Las cámaras del cementerio, que sí registraron su llegada, nunca pudieron captar la salida. Además, las unidades de la línea 120 del transporte público de pasajeros, que es del Estado, no cuentan con la "caja negra" que tienen las unidades de las empresas privadas, con registros de audio y video de cuanto ocurre abordo. Por eso, de momento, sólo se cuenta con su palabra como testigo. Sin embargo, sí está acreditado que las mujeres llegaron, estuvieron en su residencia, no se fueron de Mendoza ni del país, al menos por las vías habituales, y que luego, desaparecieron. Con lo puesto. Una de ellas, Phyria Sarusi, llevaba uno de sus dos pasaportes, el australiano, consigo. La otra mujer no portaba documentación alguna. Se supone que tampoco llevaban dinero. Posiblemente, llevaban un celular con chip extranjero.
"Todo lo que ha dicho, ha sido comprobado" dijeron fuentes judiciales respecto del hombre. Salvo, que las mujeres hayan abandonado el predio en Buena Nueva, que fue minuciosamente allanado durante viernes y sábado.
Los documentos
Los cheques sin fondos son 46, de tres de las empresas del hombre. Las sumas son variadas. La mayoría son de menos de 200.000 pesos. Pero hay uno de 649.000 con fecha de pago 12 de setiembre, de la empresa Solmyr. También hay varios documentos de pago que se agrupan en la misma fecha. El 29 de noviembre, fueron rechazados cinco cheques de Nicolás Gil Pereg por la suma total de 1,4 millones de pesos. Tres de los cheques fueron de la firma Zoran, y otros dos, de Captain Otis.
El dato de la deuda millonaria de Gil Pereg en cheques rechazados por casi 9,3 millones de pesos, entre agosto y diciembre del año pasado, agrega más misterio a un caso que ya tiene interés internacional. Un hombre de la DAIA, la representación política de las instituciones israelíes en la Argentina, se ha instalado prácticamente en la fiscalía de Claudia Ríos. "Hay mucha presión con el caso..." admitieron en el Ministerio Público Fiscal. También llegaron parientes de ambas mujeres, y se espera que aterricen en Mendoza investigadores israelíes.
Está claro que el haber librado cheques sin fondos por 9,3 millones de pesos no lo transforma a Nicolás Gil Pereg en asesino, ni en sospechoso. Pero es un dato fuerte que agrega tensión a la investigación. "Si hubiese sido un robo común, un asalto, o incluso un secuestro, o habrían aparecido los cuerpos, o habría novedades... esto es otra cosa..." dijo una fuente del MPF, señalando hacia dónde apunta la investigación.
El predio del hombre, de más de 6.000 metros cuadrados con una construcción precaria en la que vive, fue revisado minuciosamente. "Si las mató él, los cuerpos no están lejos. Él no tiene vehículo" señaló otra fuente del caso. Y dijo una frase sugerente. "Vive enfrente del cementerio". Ayer, declaró el sereno del cementerio público de Guaymallén y aportó un dato curioso. Gil Pereg solía cruzarse a buscar agua a la necrópolis, por lo que era ya una "cara conocida" en el lugar. El hombre dijo también que el martes vio a una persona adulta, en la noche, en el cementerio. Pero no pudo determinar si se trataba de Gil Pereg.
A 12 días de la desaparición de ambas mujeres, el caso suma más misterios. Y es cada día más improbable que se las encuentre con vida.