La OMS recomienda que no se les dé subsidio.
En el 90% de las películas argentinas hay personajes fumando
Cerca del 90 por ciento de las películas argentinas presentan personajes fumando, según un estudio del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes) del cual habla este sábado Página/12.
La proporción casi duplica la que se da en otros países, como Estados Unidos, donde, desde hace pocos años, hay normas restrictivas, enmarcadas por recomendaciones de la OMS.
En décadas anteriores, los actores norteamericanos fumaban intensamente en las películas, influidos por el dinero que las tabacaleras entregaban a la industria cinematográfica o directamente a estrellas.
Según la OMS, el problema de que se fume en las películas es que, según diversos estudios, hace que los adolescentes se inicien más precozmente en el consumo.
Resultados preliminares de la investigación del Cedes señalan que el 10 por ciento de los niños de 12 y 13 años fumó en el mes anterior.
Para cortar la presencia de tabaco en las películas, la OMS propone medidas que incluyen el corte de subsidios públicos para películas donde se fume.
En la Argentina, según el Ministerio de Salud, “estamos en conversaciones con el Incaa para acordar un convenio” que hasta hoy no existe.
En las películas argentinas, “la mayoría de los niños ve, en promedio, entre 10 y 15 películas por año”, pero “la presencia de tabaco no se considera al momento de clasificar las películas”, ya que, si bien “la Ley Nacional de Control del Tabaco prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio en todos los medios de comunicación, no especifica la prohibición en las películas”, según el Cedes.
De acuerdo con los resultados, “la proporción de películas argentinas que contiene tabaco fue de 86,8 por ciento”.
Segmentando por grupos de edad, llega al 86 por ciento para las “aptas para todo público” y “para mayores de 13 años”, y al 89 por ciento en “para mayores de 16” y “para mayores de 18”.
En Estados Unidos la razón de la presencia de actores y actrices fumando era principalmente comercial, es decir, un acuerdo con las tabacaleras.
Sin embargo, en la Argentina, pueden haber razones más inocentes, aunque no más inteligentes, para la presencia del fumar en el cine. Así lo sugirió el director y guionista Carlos Sorín, en el marco de la investigación: en sus películas los personajes no fuman porque “es un muy mal recurso para los actores que no saben qué hacer con sus manos”.
También hay actores que lo rechazan, como Luis Brandoni: “Un día tome la decisión de que mis personajes no fumaran más: había tenido que repetir no sé cuántas veces una escena, fumé cuatro horas seguidas y me asqueó”.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación, Jonatan Konfino, titular del Programa Nacional de Control del Tabaco, afirmó que “estamos articulando con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) la implementación de las recomendaciones de la OMS para disminuir el impacto negativo del tabaco en el cine.