Rafael Merchán, ex secretario de Transparencia de la Presidencia. Hace dos meses, había muerto Jorge Enrique Pizano.
Hallaron muerto a un segundo testigo del caso Odebrecht en Colombia
Las autoridades colombianas hallaron muerto este jueves en Bogotá al ex secretario de Transparencia de la Presidencia, Rafael Merchán, testigo en el caso Odebrecht en Colombia. Este hecho fue a menos de dos meses después de que falleciera Jorge Enrique Pizano, cuya declaración era considerada clave.
"Tristeza infinita por la muerte de un gran amigo, extraordinario ser humano, Rafael Merchán. Nos va a hacer muchísima falta. Qué dolor. Que en paz descanse", dijo el ex senador Carlos Fernando Galán, muy cercano al ex secretario.
También se pronunció en la misma red el ex presidente Juan Manuel Santos, quien le había dado a Merchán el cargo de secretario de Transparencia y señaló: "Lamento profundamente la muerte de Rafael Merchán. Gran persona y excelente funcionario. Mis condolencias a su familia".
Según el diario El Tiempo y reproducido por agencia Télam, el cuerpo de Merchán, quien tenía 43 años, fue hallado en extrañas circunstancias en su casa de Bogotá por amigos que se preocuparon dado que en las últimas 48 horas no les había devuelto llamados ni mensajes telefónicos.
Merchán había sido citado como testigo en el proceso penal contra el ex presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) Luis Fernando Andrade por el caso Odebrecht.
Andrade está acusado de los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, en calidad de autor; ocultamiento, alteración o destrucción de elementos materiales probatorios, como coautor, y falso testimonio.
Los hechos investigados corresponden a la elaboración del contrato de concesión Ruta del Sol II, cuyo socio mayoritario era la empresa brasileña Odebrecht, realizada cuando Andrade se desempeñaba como presidente de la ANI.
El anterior testigo clave del caso Odebrecht fallecido fue el ingeniero Pizano, quien según un informe médico sufrió un infarto el 10 de noviembre, luego de haber trabajado siete años como auditor de Ruta del Sol II -una obra gigantesca que comunica el centro con el norte del país- y poco antes de su muerte documentó años de corrupción.
Tres días después de la muerte de Pizano murió también su hijo, Alejandro, quien bebió de una botella de agua saborizada que se encontraba en el escritorio de su padre y contenía veneno.
Según la Fiscalía, las coimas que pagó Odebrecht en el país para hacerse con el contrato de la carretera Ruta del Sol II, en donde Pizano trabajó como auditor en representación del Grupo Aval, fueron de 84.000 millones de pesos (unos 28,35 millones de dólares).