Una bicicletería de Chacras de Coria, lanzó una campaña en redes para localizarla y obsequiarle un casco con la intención de que pudiera seguir pedaleando.
La ciclista jubilada injustamente sancionada ya tiene casco
En Rivadavia, y en el país todos conocen el caso de "Marité" o sea María Teresa Ambrosini. La Policía le impuso una multa errónea de 14.250 pesos por andar en bicicleta sin casco y sin luces.
Después de la repercusión mediática que tuvo la historia, el Jefe de la Policía Vial de Mendoza, Ernesto Gómez, reconoció el error y aclaró que la sanción fue cargada como si la mujer hubiera conducido sin casco y sin luces una moto, y no una bicicleta.
Sin embargo, esto no fue lo peor, sino que María Teresa se vio imposibilitada de seguir andando en bicicleta por no poder afrontar ambos gastos, el de la multa y el de un casco.
"Tuve que atar la bici para no tentarme de usarla", dijo entre risas.
La bicicletería High Bike de Chacras,buscó a la mujer y "colaborar para que esta injusta situación se remediara".
Lo primero que hizo la tienda fue llamar con un posteo que buscaba a la mujer.
Con el correr de las horas, el impacto en las redes fue creciendo hasta llegar a los más de mil compartidos y cientos de likes, demostrando así el apoyo de la sociedad ante este tipo de emprendimientos.
Benefactora y beneficiada. La historia de la multa a la jubilada tuvo otro capítulo solidario.
Finalmente, la dueña de la bicicletería, Analía Del Pícolo, logró dar con Marité y, ayer, la visitó con la gran sorpresa:
Le llevó tres cascos para que eligiera el que mejor le quedara y un par de luces para su bicicleta.
María Teresa, por su parte, la recibió con jugo y sandwiches y muchísima amabilidad.
"Aceptó el presente, no sin antes aclarar que su mamá y su abuela le habían enseñado que era de buena educación aceptar los regalos", remarca la comunicación empresarial.
La imagen que se replicó en el país por la injusta multa vial.
A partir de ahora, esta maestra de vocación podrá pasear tranquilamente gracias a la solidaridad de miles de personas que se unieron a la causa y que simpatizaron con la iniciativa.
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"El final feliz de esta historia es saber que, ante este tipo de sanciones desmesuradas, siempre hay alguien dispuesto a dar una mano y mucha gente dispuesta a apoyar la causa", dicen en la bicicletería de Luján de Cuyo.
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