El 4 de diciembre de 2014 el Post publicó la investigación periodística que significaría la caída de Lobos. Las causas por corrupción, enriquecimiento y fraude avanzan, pero la justicia no pudo juzgarlo aún ni una sola vez.
Caso Lobos: Cuatro años sin juicio ni castigo
A poco de andar, apenas tres días, nuestro diario Mendoza Post publicó el jueves 4 de diciembre de 2014 lo que sería la indagación sobre el poder público más importante de los últimos años en la provincia. Se trató del trabajo "Así se enriquece un intendente", una investigación periodística de seis meses de averiguaciones y chequeos sobre la súbita riqueza del entonces intendente de Guaymallén Luis Lobos y su esposa Claudia Sgró. Se recolectaron testimonios, pruebas, indicios, e historias; que fueron registradas en filmaciones, apuntes y grabaciones, y compulsadas para la publicación final.
A la vez, los abogados Carlos Varela, Lucas Fallet y Pablo Moreno, patrocinaron al ahora ex concejal del FIT Federico Telera, y a otros dirigentes, para la presentación de sendas denuncias penales que se hicieron el mismo día. Todos participaron de la investigación, que arrancó por un hecho fortuito: comenzamos a recopilar, chequear, e investigar comentarios que distintos usuarios hacían en los medios online del momento y en redes sociales. Algunos tuvieron una precisión asombrosa sobre cifras, lugares, personas y detalles.
En pocas semanas conseguimos los primeros testimonios, chequeados luego en diversos registros públicos. Probablemente Lobos supo de la investigación en marcha, y nos invitó a un "desayuno de trabajo". Fue 48 horas antes de la publicación. A cambio, le enviamos un cuestionario escrito de ocho preguntas, que no contestó.
El expediente arrancó voluminoso y suponía los probables delitos de evasión, lavado, peculado, tráfico de influencias, fraude a la administración pública, coimas, sobreprecios, exacciones ilegales, financiamiento personal a través de "ñoquis", e intercambio de "favores" con desarrolladores inmobiliarios, entre otros.
La publicación fue una verdadera bomba de profundidad en toda la política. Involucró a Lobos, a su esposa Claudia Verónica Sgró, a los padres de ella Juan Carlos Sgró y María Elena Fernández, y a ex funcionarios como Federico Sampieri, Juan Carlos Kohn, el ex concejal Leonardo Borgna, y Omar "Chamaco" Funes, entre otros.
Además de las imputaciones a Lobos y Sgró, hay otra media docena de causas por diversas irregularidades de sus ex funcionarios. Desde licencias truchas de conducir, hasta estafas a la municipalidad con vales de nafta. En este último caso, está imputado Facundo Ruiz, empleado municipal e hijo del primer matrimonio de Claudia Sgró, la esposa de Lobos. Así, con el correr de las semanas y los casos quedaron involucrados judicialmente además del clan Lobos: Alberto Víctor Aceña (ex director de administración), Silvina Andrea Alcaraz (ex sub directora de administración y sobrina de Lobos), Marcela Fabiana Malara (ex sub directora de administración) Cinthia Judith Spatola (ex jefa de liquidación de Haberes) y Marisa Vargas (ex jefa de personal). También Lelio Mescolatti, Julio Abdala, Nicolás Del Curto, Juan José Tobar, Daniel García, Alejandro Ameni y Facundo Ruiz (hijo de Claudia Sgró); más Ximena y Facundo Tornello, Silvia Maza, y Mariana Lépez.Algunas de estas personas están imputadas en causas de ñoquis, otras por vales truchos de combustibles, y una más por la sustracción de un fondo fijo oficial. La mayoría eran empleados municipales, y algunos aún lo son. También hay un par de empleados de una estación de servicio en la nómina. La municipalidad, a través del abogado Armando Chalabe, es querellante en todos los casos.
En aquella investigación se plantearon asuntos que fueron más tarde confirmados por la justicia, incluso a través de escuchas judiciales, como las numerosas propiedades del matrimonio en los emprendimientos Nautilus y Sol Andino. Y ventilamos operaciones de compra de dólares en Neuquén, de arte, y de muebles de lujo en Chile. También probamos la vinculación entre algunos "emprendedores" que eran prestadores municipales, y el matrimonio Lobos-Sgró a través de lotes y propiedades.
Además de las riquezas sospechosas, que luego no pudieron demostrarse de acuerdo a las pericias contables, contamos que Facundo y Lucas Lobos (hijos del ex intendente); Silvina Alcaraz(sobrina de Lobos); el ex marido de Claudia Sgró, Alberto Ruiz; Juan Carlos Sgró (hijo) que es hermano de Claudia; su otra hermana Alejandra; Facundo Ruiz (hijo de Alberto Ruiz y Claudia Sgró); Adriana Ruiz (ex cuñada de Claudia Sgró), su esposo Daniel Calanoce y dos de sus hijas, Yanina y Carolina; tenían trabajo todos ellos en diversas dependencias municipales. Algunos están imputados en la causa de la "mucama ñoqui", y otros, en la de los vales truchos de combustible. La suegra de Lobos, además, había sido "ñoqui" de la Legislatura.
Con el correr de las semanas, los testimonios empezaron a confirmar públicamente lo que todo el mundo sabía en secreto. Por eso, Lobos perdió las elecciones de 2015 ante uno de los escasos políticos que se animó a denunciar: el ahora intendente, el radical Marcelino Iglesias. También el antecesor de Lobos, Alejandro Abraham, lo enfrentó en una PASO que terminó siendo escandalosa. Iglesias prometía, por entonces, "sacar la basura del departamento".
Cuatro años se cumplen hoy de aquella publicación. Lobos está imputado en cuatro causas. La más grave de todas, en el expediente principal, es por enriquecimiento ilícito. Los peritos judiciales ya demostraron que la investigación fue certera: Lobos y su mujer, y su suegra, no pudieron justificar un patrimonio de seis millones de pesos. Y ello, sin entrar en la discusión sobre cuánto vale realmente su casa, aquella que mostramos con un drone el 4 de diciembre de 2014:
Las imputaciones
Pasó casi un año para que Lobos recibiera su primera imputación. Se la aplicó el ex fiscal de Delitos Complejos Daniel Carniello, por irregularidades en el alquiler de vehículos y maquinarias. Pero casi no movió la causa principal. Carniello fue "descendido" de fiscalía aquel fin de año. Los expedientes cambiaron de fiscal y pasaron a Santiago Garay. Llegó la feria judicial de verano en 2016 y el fiscal fue asignado al caso de otro ex intendente, Sergio Salgado, quien renunció desde la cárcel. Luego, Juan Manuel Bancalari heredó los expedientes de Lobos. La investigación tomó ritmo ese año y llegaron dos imputaciones más: el Caso de la "Mucama Ñoqui", y el Caso Wanka. El primero de ellos muestra probablemente lo más abyecto de la corrupción. Lobos y su mujer habían transformado en empleada municipal, a una mujer que hacía el servicio doméstico en la casa de la suegra del intendente. Sólo que ella nunca lo supo. Bancalari imputó a Lobos, su mujer y su suegra, y a toda una cadena de mandos de la municipalidad. Pero por esos milagros de la Justicia, son causas separadas. Lobos logró esquivar el juicio el mismo día en que empezaba el debate oral y público, el 25 de agosto de este año.
En agosto de 2016, Lobos, su ex secretario de obras públicas Federico Sampieri, y el empresario Roque Núñez, fueron imputados por el fraude a la administración pública, en distintos grados, por el alquiler de una planta de asfalto y pagos indebidos a la firma Wanka SA. La semana pasada, la fiscal de delitos económicos Susana Muscianisi agravó las acusaciones.
La acusación formal más grave contra Lobos llegó un año más tarde, en agosto del año pasado, por enriquecimiento ilícito. Fue una derivación de la causa federal iniciada por el grupo investigador, que terminó en la Justicia Provincial. Casi un año y medio más tarde, la pericia de los contadores del Cuerpo Médico Forense confirmó la investigación: Lobos y su mujer no pudieron justificar con sus ingresos, más de seis millones de pesos de su patrimonio, incluidas operaciones de compra de dólares y un terreno que su suegra María Elena Fernández, tampoco pudo justificar. Sería la próxima imputada, sospechada de ser "palo blanco" del matrimonio. Apenas una travesura, luego de haberse robado $ 442.729,29 en sueldos de la "mucama ñoqui", que por supuesto, era inocente de todo.
Los Lobos nos mostraron lo peor de la política. Los métodos de financiamiento y enriquecimiento personal de funcionarios. Por eso, fueron expulsados de la Municipalidad. En aquella ocasión, circuló un audio memorable de Claudia Sgró, lamentando la pérdida de su puesto:
Las investigaciones judiciales posteriores a la periodística demostraron no sólo que estuvimos en lo correcto, sino que incluso nos "quedamos cortos", realmente. El robo había sido peor.
Juegos numéricos del destino: hemos publicado 99 notas con datos sobre las investigaciones, avances y retrocesos judiciales, y nuevos datos del Caso Lobos. Esta nota, en el cuarto aniversario, es la número 100.
Han desfilado testigos, pericias, y se han acumulado decenas de pruebas condenatorias.
Pero la justicia provincial, la misma que el año pasado se tomó 6.239 días de licencias, no ha podido llevar a juicio a Lobos y sus cómplices ni una sola vez.
El gobierno de Mendoza ha impulsado unas 30 leyes que significaron cambios profundos en la administración de justicia. Todas, a favor de la víctima, y de simplificar la confusa maraña judicial. Hay que reconocerles a Alfredo Cornejo, a Dalmiro Garay cuando era ministro del Poder Ejecutivo, al subsecretario de Justicia Marcelo D'Agostino y al ministro de Seguridad Gianni Venier, un fuerte trabajo en este sentido, y una fuerte vocación transformadora. Lo mismo al Procurador Alejandro Gullé. Hubo una profunda transformación del Ministerio Público. Además, se creó el Fuero Penal Colegiado para que jamás falten jueces. Se agravaron las penas por usar réplicas de armas en asaltos. Se modificaron los códigos Civil, Comercial, Tributario, se incorporó la oralidad. Se cambió la ley de prisión preventiva para darles más poder a jueces y fiscales por sobre los delincuentes, y se sancionó la ley de "causas conexas" para evitar la "puerta giratoria" de los que delinquen. Se transformó en tribunal común la ex Cámara de Apelaciones (el antiguo camarón, que funcionaba como Corte Bis) y se ampliaron facultades de juzgar y de ser tribunal de apelación a todos los tribunales. Se implementó el Código Procesal Penal nuevo en toda la provincia, se sancionó el juicio por jurados, y acabamos de estrenar el Código de Faltas. Pero la mayoría de los jueces se las ingeniaron para no trabajar de mañana y de tarde, a pesar de una acordada en ese sentido. Y al final del día, la realidad es que la fiscal de Delitos Económicos Susana Muscianisi, trabaja en el complejísimo Caso Lobos con un solo ayudante. A pedal. Mientras el ex intendente pudo contratar, en su momento, a los mejores y más caros abogados penalistas disponibles en Mendoza.
En definitiva, a pesar de las imputaciones, y de los avances en las investigaciones, Lobos y sus socios no fueron a juicio, lograron trabar investigaciones, e incluso montaron operativos políticos contra fiscales que los investigaban en 2016.
Por eso, hoy se cumplen cuatro años de impunidad sin juicio ni castigo en el peor caso de corrupción política de la provincia. Ello significa una dilación vergonzosa en la justicia mendocina.
Feliz cumpleaños. Y que sigan robando.