Se abonó la última obligación de pago de los Títulos de Reestructuración de Deudas 2015, los cuales tuvieron que ser emitidos para afrontar la deuda flotante y la deuda no registrada generada en la gestión anterior.
La "herencia": Mendoza terminó de pagar las deudas con sus proveedores
El Estado mendocino logró finalmente cancelar la deuda que mantenía con los proveedores y que había heredado cuando Alfredo Cornejo asumió como máximo mandatario de la provincia cuyana.
Cornejo, al momento de asumir como Gobernador de Mendoza, en 2015, hasta debió pagar los sueldos de noviembre que no pagó el saliente Francisco Pérez.
Al cierre de 2015, la Administración Central de la Provincia mantenía un saldo de deuda flotante de $4.965 millones a los que se sumaron $1.475 millones de Organismos Descentralizados totalizando $6.440 millones. Debido a la consistente dilación en los procesos de pago por falta de recursos y exceso de gastos, el Gobierno mantenía gran parte de esta deuda flotante con proveedores de bienes, prestadores de servicios y contratistas de obras. Otra parte importante correspondía a retrasos en las transferencias hacia la ART, la OSEP y distintos sindicatos y mutuales.
La existencia de este tipo de deuda generaba enormes perjuicios tanto para los proveedores como para el Estado provincial y la economía de la Provincia en general. La interrupción de la cadena de pagos impactaba directamente en la actividad y adicionalmente generaba incertidumbre en diversos sectores de la economía.
Para el pago de la deuda flotante se exigió a los proveedores realizar un proceso de verificación de sus créditos. Una vez cumplimentado este paso, la Provincia utilizó distintos modos de pago de acuerdo al monto adeudado a cada proveedor.
A los más de mil proveedores que verificaron deudas inferiores al millón de pesos, se les pagó en efectivo con fondos obtenidos por la provincia en operaciones de financiación de corto plazo.
Aquellos proveedores que reclamaban sumas superiores al millón de pesos, se les ofreció una parte en efectivo y por el saldo restante se entregaron Bonos vía transferencia desde la Tesorería hacia las cuentas comitentes de los proveedores.
El 22 de febrero se emitieron los Bonos de Consolidación de Deudas 2015 por $1.000 millones.
A medida que los proveedores verificaban sus créditos, el saldo de bonos en manos de la Tesorería se iba agotando, habiendo entregado la totalidad emitida hacia fines del mes de mayo y quedando aún pendiente una gran cantidad de deuda flotante de ejercicios aún sin consolidar.
Para cubrir parte de la deuda flotante pendiente, el 23 de mayo se emitieron los Títulos de Reestructuración de Deudas 2015 por $998 millones.
Los desmanejos financieros de la gestión anterior provocaron la emisión de este y de otros títulos, tendientes a dotar al Estado provincial de los recursos necesarios para hacer frente a sus deudas, recuperar el funcionamiento de los servicios y retomar la ejecución del plan de obras.
Desde la emisión de los títulos en 2016 hasta su cancelación en 2018, se dio tiempo a que decantaran las medidas tendientes a nivelar las finanzas del Estado generando así la disponibilidad de recursos necesarios para afrontar sin inconvenientes los pagos de intereses y amortización.
Los proveedores recobraron la esperanza de cobrar una vez que se emitieron bonos y se demostró la solvencia de Mendoza para cumplir con sus compromisos.
Estos bonos permitieron otorgar certeza de pago a los proveedores, recomponiendo la cadena de pagos y dando una fuerte señal a los mercados respecto de la solvencia de la Provincia y la reducción de sus niveles de deuda flotante.
Vale recordar que el 22 de agosto se pagó la última cuota de los Bonos de Consolidación de Deudas 2015, mientras que este viernes 23 de noviembre se cancelaron los Títulos de Reestructuración de Deudas 2015, de esta forma terminando de cumplir con las obligaciones heredadas por la gestión anterior.