El empresario arrepentido en la causa de los "Cuadernos K" le escribió una carta a Luis Alberto Moreno, titular del BID.
Pescarmona había pedido socorro por las presiones K
Enrique Menotti Pescarmona le escribió una carta al titular del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, en momentos en que -según contó- había recibido fuertes presiones de parte de Julio De Vido y Roberto Baratta.
Esto fue ante los pedidos directos de sobornos de los exfuncionarios kirchneristas y que hoy están presos en el marco de la "Causa de los Cuadernos K" que produjo el arrepentimiento de distintos empresarios que hace meses comenzaron a desfilar por los Tribunales de Comodoro Py.
El titular de IMPSA espera que se resuelva su situación procesal luego de que ventilara los aprietes que dijo tener de parte de funcionarios del gobierno de Cristina Fernández.
La información fue revelada por el columnista de Clarín, Nicolás Wiñazki, quien accedió a la misiva que Pescarmona le envió, en un momento de zozobra, al titular del BID, Luis Alberto Moreno, quien había autorizado por ese entonces un crédito por unos 150 millones de pesos luego vender el 65 por ciento de una de las mayores empresas de Argentina.
De Vido, desde la cárcel ha escrito varias cartas en las que se queja de ser un preso político.
En el texto se menciona que IMPSA estaba atravesando "serias dificultades en su salud financiera" y que su preocupación giraba en torno a que si bien en Argentina había ganado distintas licitaciones millonarias "por motivos alegados nunca bien fundamentados" esos contratos terminaron en ser "cancelados".
Una de las mega obras mencionadas en la carta de alerta a Moreno, Pescarmona hizo hincapipé en las licitaciones que la empresa que preside ganó para construir las represas de Santa Cruz. Trabajos que finalmente terminaron siendo adjudicados a Electroingeniería, compañía vinculada a la gestión de los Kirchner a través de uno de sus accionistas, Gerardo Ferreyra.
También el empresario mendocino de 76 años -en la carta enviada al BID- mencionó licitaciones para la construcción de la represa Chihuido I y que en conclusión la terminó haciendo otra compañía por un monto superior en un 30 por ciento al propuesto por IMPSA. Y que las obras de Añá Cuá, La Leona y la referida a la mejora de la energética de Yacyretá de forma similar iban a ser realizadas por su empresa y en conclusión se las quitaron de las manos.
Cristina está en el centro de las investigaciones de la causa de los sobornos.
Entre los textuales de Pescarmona publicados por Wiñazky se destaca el que cuenta sobre reuniones con De Vido en su propia casa y en el que recibió la advertencia de su hijo Lucas Pescarmona quien le dijo que si se asociaban "con ellos" iban a terminar presos: "Los gobiernos del Dr Kirchner y de la Presidenta Cristina me re cagaron. Yo perdí el 65 por ciento de mi empresa por no arreglar con ellos. Lo que decía De Vido no era para ser socios en Aña Cuá (una obra pública), si no para ser socio directamente de la compañía".
En tanto, Enrique Pescarmona, se quejó que Julio De Vido lo perjudicó al frenar los pagos que debía cobrar en Venezuela y que el exsecretario de Coordinación de Planificación Federal, Roberto Baratta lo chantajeaba diciéndole que si no le pagaban no cobrarían nunca lo que les debían en el país gobernado por Nicolás Maduro.
Fue entonces, según admitió el mendocino, que accedió a pagar los sobornos que ahora lo complican en la mentada causa de los cuadernos.
Antes de Pescarmona fuera relacionado a la causa de los sobornos de empresarios argentinos a exfuncionarios nacionales uno de sus exdirectivos, Rubén Valenti, a quien acusaron de entregarle bolsos con dinero a Baratta y vinos de la Bodega Lagarde.
Recientemente, Pescarmona fue seriamente comprometido, junto a Paolo Rocca, de Techint, por el mismo Baratta, quien en la Cámara Federal contó en primera persona su relación con ambos empresarios.
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