La Pulga, en conjunto con Luis Suárez y otros futbolistas más, le estarían haciendo la vida imposible a su compañero.
Acusan a Messi de boicotear a un jugador chileno en Barcelona
El chileno Arturo Vidal ha tenido muy poco protagonismo desde su llegada a Barcelona. A esta altura, las versiones indican que los motivos podrían venir desde el sector de Lionel Messi.
La Pulga, habitualmente acusado a este tipo de situaciones en la Selección Argentina, ahora habría sido señalado junto a algunos compañeros influyentes como el responsable de la poca continuidad del ex Bayern Munich.
Don Balón, reconocido medio español, asegura que varios integrantes del plantel catalán cuestionan las actitudes del Rey Arturo. "Su ego y personalidad no agradan", afirma el portal.
Suárez, Messi y Vidal. El chileno aparentemente cae mal en el vestuario.
Lionel Messi, el uruguayo Luis Suárez y el brasilero Philippe Coutinho estarían en la vereda de enfrente del volante trasandino de 31 años. Los referentes blaugranas incluso habrían "retado" en reiteradas ocasiones a Vidal por su actividad en las redes sociales y sus constantes indirectas a su falta de minutos en cancha.
Como consecuencia, la salida del futbolista chileno de Barcelona podría adelantarse debido a la falta de comunión del polémico jugador en la intimidad del vestuario.
Poca actividad
Arturo Vidal ha jugado poco en lo que va de la temporada. Por LaLiga disputó seis partidos, de los cuales dos fue titular y en cuatro ingresó desde el banco. Estuvo ausente en tres encuentros, dos de los cuales han sido los últimos de Barcelona. En total contabiliza 166 minutos.
Vidal le ha aportado poco a Barcelona.
En la Champions League, el Barsa ha disputado (y ganado) tres partidos hasta ahora. El chileno estuvo en todos, pero ingresando siempre desde el banco y disputando muy pocos minutos.
Contra Tottenham jugó 4 minutos, ante PSV seis minutos e versus Inter trece minutos, que suman 23 minutos.
Su performance hasta ahora implica 9 partidos disputados (solo dos de titular), 189 minutos jugados y ningún gol, un número muy bajo para las expectativas que se habían generado a su llegada.
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