Afirman que si se cumplen las metas no hay riesgo de desborde económico.
Economistas dicen que la política del BCRA es "cara pero efectiva"
Distintos economistas consideraron que el desarme de las Lebac por parte del Banco Central tiene un costo financiero muy alto, del 42%, pero estimaron que, si se cumplen las metas, no hay riesgo de desborde económico.
La nueva política monetaria del Banco Central (BCRA) que reeemplaza las Lebac por la emisión de letras de liquidez (Leliq) comenzó teniendo un costo financiero de $5.900 millones semanales, pero ya creció a $6.400 millones esta semana y aumentará a $8.400 millones durante la que viene, con lo que habrá crecido 42,4% en menos de un mes.
Ese gasto aumentó de un promedio diario de $1.180 millones a otro de $1680 millones por día hábil, según datos publicados por el diario La Nación.
El stock de deuda asumida por estas colocaciones creció de $423.850 millones a $453.000 millones desde comienzos de mes, y la semana que viene llegará a los $605.200 millones para la semana que viene, desde el primero de octubre cuando comenzó a aplicarse la nueva política monetaria.
Para Gabriel Zelpo, economista de Elypsis, el costo financiero es elevado y "va a crecer más por el esfuerzo de contracción al que se comprometió el BCRA, pero que, por la propia naturaleza del esquema, no presenta riesgo de desbordarse hasta mediados de 2019".
Zelpo explicó que "al estar limitada la expansión monetaria también se limitan las necesidades de absorción. Y si la situación se estabiliza, no vemos una dinámica explosiva en el corto plazo".
Según Santiago López Alfaro, de Delphos Investment, el mercado tiene un ojo puesto en "la nueva bola de deuda del Central que se está volviendo a armar, aunque eso no disparará la alarma en tanto se confirme próximamente como un fenómeno transitorio".
Agregó que para que la abultada deuda del central no sea desestabilizadora "deberá tender a estabilizarse y bajar su costo en poco tiempo mientras, a la vez, las variables contras las que se mira este pasivo tendrán que empezar a recomponerse".
López Alfaro agregó que la nueva política monetaria "tiene buenas chances de bajar la inflación y recuperar anclas nominales para la economía; solo dudamos sobre su factibilidad política y social, dado que es un plan muy contractivo y se empieza a notar cierta fatiga de la crisis en la sociedad".
Por su parte el ex secretario de Finanzas Daniel Marx, sostuvo que "quedan por atender determinados interrogantes sobre el grado de sostenibilidad del programa de estabilización, incluyendo las consecuencias sociales y políticas de su implementación y las chances de lograr la convergencia fiscal en 2019".
Marx sostuvo también que "reducir la volatilidad del tipo de cambio ayuda mucho" pese a que parte de eso se logró con una sobredosis de tasa solo sostenible "por un tiempo".