Luego de conocer la indignación de la familia de Genaro Fortunato por las imágenes de "juntadas" con sus amigas, la condenada por la muerte del rugbier dijo estar arrepentida.
Julieta Silva se arrepintió de las fotos de la fiesta
Fuertes críticas. Dolor. Bronca. Repercusión nacional. Estas situaciones y sensaciones generaron las fotos de Julieta Silva durante las "juntadas" con amigas mientras transita la prisión domiciliaria, tras ser condenada por la muerte de su novio, Genaro Frotunato (25).
Las imágenes de las reuniones sociales de la condenada fueron hechas públicas por Ariadna Fortunato, hermana de Genaro. Ella las compartió en las redes sociales y señaló que Julieta ya no utiliza lentes (su falta de visión fue un dato clave en el juicio), y que su hermano ya no está, pero quien lo mató está feliz y divertida con amigas.
Las imágenes de esas reuniones en semanas consecutivas (los dos últimos fines de semana) capturaron la atención nacional. Los comentarios de los usuarios en las redes sociales fueron de indignación contra Silva, al igual que los de la familia de Genaro.
Las fuertes críticas no pasaron desapercibidas para Julieta. Le llegaron. Y desde su círculo íntimo le aseguraron al POST que al ver la repercusión de esas fotos, dijo: "Fue un error".
Ver: La hermana de Genaro, indignada por las juntadas de Julieta Silva
La fuente consultada por este diario pidió absoluta reserva para no fallarle a Julieta, pero tampoco se quiere ver involucrada en tan grande escándalo.
De todos modos, la fuente no supo contestar, porque no lo sabía en realidad, si Julieta Silva estaba arrepentida de hacer esas reuniones en su casa, donde cumple prisión domiciliaria, o por haber permitido que le tomaran fotos. Sin embargo, el "pesar" le llegó cuando las imágenes tomaron estado público, porque en la "juntada" no se la ve para nada dolida, ni con remordimiento por la muerte de su pareja.
Luego de verla llorar desconsoladamente durante varios días en el juicio en su contra, que finalizó en septiembre, resulta extraño ver a Julieta un mes y medio después, distendida y risueña junto a sus amigas.
Por otro lado, el abogado de la condenada, Alejandro Cazabán, insistió en que su clienta no violó nunca la prisión domiciliaria. Que está monitoreada como corresponde y que se ha ajustado al régimen restrictivo.
La consulta a Cazabán fue para reiterar lo que ya le había dicho al POST este domingo cuando "explotaron" las fotos que publicó Ariadna Fortunato.
En tanto que el fiscal Fernando Guzzo, representante del Ministerio Público en el juicio, sostuvo que la prisión domiciliaria la regula el tribunal que condenó a Silva a 3 años y 9 meses de prisión. Pero, además, confirmó que la reunión con amigas no constituye ningún tipo de violación al régimen de detención.
En cuanto al artículo 27 bis del Código Penal, que limita las reuniones con no más de 3 personas mientras se cumple con la prisión domiciliaria, Guzzo aclaró que esa instancia tiene validez recién cuando haya sentencia firme.
Las aclaraciones abundaron por el escándalo. Eduardo Orellana, titular del servicio penitenciario de la provincia, dijo al diario Los Andes que Julieta "no salió de su casa", y que tiene instalado en su domicilio un sistema de georeferencia "más sofisticado que un GPS". Ese sistema está conectado a una tobillera electrónica que la joven tiene en su pierna izquierda.
Por último, Miguel Fortunato, padre de Genaro, aseguró este martes en declaraciones periodísticas, que el llanto de Julieta y el hecho de utilizar lentes todos los días durante el juicio "fue una estrategia de la defensa". Y Cazabán, defensor de Silva, solicitó a la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, que su clienta sea absuelta.