La empleada de un local cordobés que le dijo que no había trabajo en el negocio viralizó su CV para conseguirle un empleo. Finalmente, lo logró y el chicao comenzará a trabajar en una vidriería.
El joven del CV escrito a mano consiguió trabajo
Carlos Duarte, el joven cordobés que escribió su currículum a mano porque no tenía dinero para imprimir, consiguió empleo y empezará a trabajar en una vidriería.
"Ayer (por el domingo) me llamaron desde la Municipalidad y me ayudaron. Ellos me contactaron con la fábrica" a la que ahora voy a entrar, contó el hombre de 21 años.
"Hace 4 meses estaba sin trabajo y estaba en una situación muy complicada. Y ahora me cambió la vida", señaló el optimista y dijo que ahora se encargará de pagar sus deudas: "Mi abuela Margarita me prestó plata para viajar en colectivo. Ahora tengo que devolver todo lo que me ayudaron", completó en comunicación con Telefé.
Eugenia, quien había hecho conocer su caso contó en las redes sociales la noticia con muchísima alegría: "Que contenta que debe estar su abuela, porque seguro mañana tendrá que prestarle más dinero, pero ahora para que cargue la Red Bus y llegue a su lugar de trabajo".
El caso
Eugenia López es encargada de un comercio de Córdoba. Ella fue quien recibió al joven en el local cuando ingresó para pedir trabajo. Aunque le respondió que no estaban buscando personal, le dijo que si lo deseaba podía dejar su currículum vitae.
Cuando el desempleado se lo entregó, ella se sorprendió muchísimo porque el CV estaba escrito a mano, ya que el muchacho no tenía dinero para imprimir. Por eso, López inició una campaña para encontrarle trabajo.
Carlos, de 21 años, entró a un comercio ubicado en calle 9 de Julio de la capital cordobesa. Estaba atendiendo Eugenia López quien relató: "Me preguntó si estábamos tomando personal y le respondí que por el momento no, pero le pedí que me dejara su CV de todas formas", relató la mujer a ElDoce.tv.
Eugenia expresó toda su alegría en las redes.
La respuesta de Carlos, según contó Eugenia, fue muy natural y sentida. Llevándose las manos a su pecho, le dijo: "Te digo la verdad, no tengo dinero ni siquiera para impirmir un currículum".
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