"De la convertibilidad se sale con más convertibilidad", afirmaba el exministro de Menem y De la Rúa hacia finales de los años noventa.
Así hablaba Cavallo de la convertibilidad en 1996
Una conferencia de prensa de 1996 organizada por Daniel Naszewski, entonces periodista de El Cronista Comercial, tuvo como disertante a Domingo Cavello, quien en esa ocasión explicó y avaló el concepto de convertibilidad.
"De la convertibilidad se sale con más convertibilidad", expresó Cavallo. "Para que se pueda abandonar el tipo de cambio fijo y que la gente siga usando la moneda argentina, ésta debe ser mejor que el dólar. Mejor significa que en lugar de desvalorizarse, tiene que valorizarse. Una valorización genuina que tiene que ver con diferenciales de productividad".
"La ley de convertibilidad fija un techo al valor en dólares de la moneda argentina pero no fija el piso. Es decir, que si algún día la Argentina estuviera en condiciones de tener una política monetaria soberana y controlar estrictamente la cantidad de dinero que emite, lo tiene que hacer para que su moneda sea mejor que otra, no peor que otra", indica además.
El ex titular del Palacio de Hacienda de los gobiernos de Carlos Menem y de Fernando de la Rúa explica también que "el peso puede flotar frente al dólar, pero debería hacerlo cuando la flotación lleve a la apreciación de la moneda argentina", lo cual "significa más convertibilidad porque vamos a convertir dólares en pesos a una relación más favorable para el peso".
Cavallo puso como ejemplo a Alemania y Japón, entre la década del 50´ y el 60´ y aseguró que "tuvieron tipo de cambio fijo con entrada de capitales con déficit en balanza comercial y en cuenta corriente hasta que (el presidente de los Estados Unidos) Nixon decidió que no estaba más atado el dólar al oro y a partir de ahí en esos países dejaron flotar sus monedas pero como son dos naciones que tuvieron un crecimiento de productividad en esas décadas, sus monedas comenzaron a apreciar".
Según Cavallo, el problema de la Argentina es "creer que emitiendo dinero se puede financiar déficits públicos o privados y que emitiendo dinero se puede crear artificialmente crédito". Cuando eso sucede, señala, "se vuelve a fomentar la inflación y se desalienta el ahorro, el trabajo productivo y la búsqueda del aumento de productividad".
"Es una política monetaria destructiva porque debilita pierde su valor el peso y entonces hay que buscar monedas extranjeras para manejarse", enfatizó. Para tener una política monetaria soberana, "hay que tener más convertibilidad", afirma y pone el foco en uno de los históricos problemas de la Argentina: el déficit fiscal.
"El déficit fiscal no es incompatible con la convertibilidad, lo que es incompatible es emitir dinero para financiar déficit fiscal. Lo único que dice es que si alguien incurre en un déficit, tiene que pedir prestado y conseguir que alguien le preste. La convertibilidad le ata las manos al Banco Central para imponer un ahorro forzoso a todos los ciudadanos porque la inflación era una forma de préstamo forzoso de los ahorristas y ciudadanos al que incurría en déficit, sea el Gobierno, entidades financieras o empresas privadas", finaliza.