Desde adentro: así es la nueva apuesta de bodega Luigi Bosca en Maipú

La internacionalmente famosa bodega mendocina Luigi Bosca está abriendo por estos días un nuevo espacio turístico, en Maipú, denominado Finca El Paraíso. Se trata de un lugar fundacional para los Arizu, ya que desde 1905 profundizó el negocio vitivinícola para esta familia emblemática de la provincia, cuya marca de vinos es un ícono en más de 60 mercados mundiales.

El ingeniero Alberto Arizu (padre) aún se emociona y no pierde el entusiasmo por contar sobre su infancia en esta finca. Recuerda como si se tratara de ayer el lugar preciso donde estaban los animales, los viñedos y rescata cada recuerdo que dejaron una impronta en su vida, hasta hoy, cuando se da comienzo a un nuevo recorrido. Es una propuesta familiar que abre esta casona histórica, otrora zona recóndita, y que ya se abre para eventos, sunset en sus terrazas y dentro de poco inaugurará una posada boutique.

Este fin de semana que pasó se realizó una "avant premiere" en la que participaron algunos medios, personalidades de la política, empresarios e invitados especiales. La apertura oficial al público será en octubre, con una propuesta renovada que apunta a ofrecer sus exclusivos espacios.

Para llegar a "El Paraíso" hay que dirigirse por el Acceso Sur hasta la intersección con Ruta 60 y luego recorrer varios kilómetros hacia el Este, hasta alcanzar esta finca, la más antigua, extensa y con mayor variedad de cepajes implantados de la bodega.

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Allí se erige esta construcción de dos pisos estilo château, del año 1905, hogar que alojó a los Arizu y fue testigo de grandes hitos en la historia de la marca. Está rodeada por viñedos que han sido un gran motor de investigación e inspiración para sus hacedores.

"Nos llena de emoción abrir las puertas de nuestra casa a los visitantes de Argentina y el mundo. Fueron muchos años de pensarlo, idearlo, proyectarlo y hoy, verlo hecho realidad, realmente nos reconforta. Quienes estén ávidos de vivir Luigi Bosca de una manera diferente, rodeados de un entorno natural inigualable en donde el vino, la gastronomía y los sentidos son protagonistas, esta propuesta es para ellos", contó Alberto Arizu (h), CEO de Bodega.

La propuesta ofrece una degustación "transformada en un viaje sensorial". Así, la experiencia propone a los visitantes un recorrido por los viñedos a través de una audioguía para descubrir las diferentes postas de cata, acompañados por los relatos de la familia, los enólogos y los sommeliers de la bodega.

"El objetivo es lograr una comunión entre el conocimiento técnico, las emociones y los sentimientos que despierta el vino. La experiencia culmina con la invitación a disfrutar de un picnic al aire libre, al mejor estilo de la campiña francesa", cuentan los mentores de este combo que busca tentar al turista nacional y en especial al extranjero.

A su vez, la finca ofrece la posibilidad a mendocinos de reservar los múltiples espacios que posee para eventos privados y celebraciones, en este entorno natural. En pocos días se abrirá allí la temporada con eventos estilo sunset, que tan de moda se han puesto en la provincia.

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Además, en una segunda etapa -se espera que para febrero de 2023-, la casona de estilo neoclásico estará disponible para recibir huéspedes en sus tres habitaciones, lo que le daría el perfil de una posada boutique. La estadía incluirá desayuno, copetín de la tarde y degustación de vinos.

Mientras que toda la propuesta gastronómica estará a cargo de Pablo Del Río, chef de reconocida trayectoria en Mendoza, cuya filosofía de trabajo busca mostrar una cocina argentina diferente.