Legisladores del Frente de Todos impulsan cambios del Código Penal que permitirá a funcionarios condenados quedar en libertad hasta que la Corte ratifique las sentencias.
El mecanismo para que Boudou y De Vido queden en libertad
Ya no alcanzará con un fallo de primera instancia ni con la revisión de Casación. A partir de un mecanismo que activaron legisladores del Frente de Todos, los exfuncionarios condenados sólo irán presos una vez que la Corte Suprema lo disponga.
Concretamente, diputados y senadores kirchneristas pusieron en vigor seis artículos del nuevo Código Procesal Penal Federal -aprobado por oficialismo y oposición- que permiten que un condenado no vaya preso hasta que la Corte Suprema ratifique la condena. Y aún así, si un organismo internacional ordena revisar la condena, el afectado quedaría libre.
Esto habilitará a que Amado Boudou, Julio De Vido y otros exfuncionarios condenados por corrupción y otras causas puedan quedar libres. Los cambios establecen que una pena solo se puede ejecutar cuando queda firme, tras un fallo de la Corte Suprema, y no antes como se venía haciendo hasta ahora.
Los artículos que quedaron vigentes establecen que la revisión de una sentencia firme es posible "en todo tiempo y únicamente a favor del condenado", cuando otra sentencia hubiera determinado hechos diferentes.
Además, se establece que corresponde aplicar retroactivamente un cambio en la legislación que favorezca al condenado si hay un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos o una decisión de un órgano de aplicación de un tratado internacional.
En este punto, si un preso con condena ratificada por la Corte apela ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y esta falla a su favor, la Justicia argentina deberá revisar el caso y, por ende, el afectado quedará en libertad mientras eso sucede.
Por hacer un curso y un taller, le bajaron la condena a Boudou
Al considerar que una condena se ejecuta cuando se pronuncia la Corte, impide que vayan presos los condenados, a pesar de que la Cámara de Casación hubiera rechazado todos sus recursos, como ocurre hasta ahora. Este criterio era aplicado a partir de un plenario de la Cámara de Casación.
Esto también afecta a la causa por la Tragedia de Once. Actualmente se está revisando la condena contra Julio de Vido a cinco años y ocho meses de prisión. En caso de que se rechacen sus recursos extraordinarios en Casación y dejen el fallo en condiciones de ser ejecutado, no se ejecutará y De Vido seguirá en su casa hasta tanto se pronuncie la Corte Suprema de Justicia.